El Departamento de Justicia de Estados Unidos investigará a Google por prácticas monopolísticas

Google tendrá que hacer frente a una nueva investigación por prácticas monopolísticas, un proceso al que la compañía de Mountain View ya está acostumbrada, aunque esta vez deberá afrontarlo en casa, ya que es el Departamento de Justicia de Estados Unidos quien está al frente de la misma.

Según la fuente de la noticia el inicio del proceso se ha producido a través de un acuerdo alcanzado entre la Comisión Federal de Comercio (FTC) y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, en virtud del cual se ha considerado oportuno que conozca del caso la división antimonopolio de dicho departamento.

El objetivo principal de esta investigación es dilucidar si Google ha violado las leyes antimonopolio de Estados Unidos. Para ello se tendrán en cuenta diversos elementos, que incluyen desde las acciones realizadas por el gigante de Mountain View durante los últimos años en sus divisiones de búsqueda como en otro servicios clave del gigante (Youtube, Maps, étc).

Durante los últimos años Google ha estado más de una vez en el ojo del huracán. La Comisión Europea ya le ha dado más de un toque de atención en forma de sanciones mil millonarias que confirman que la compañía que dirige Sundar Pichai no siempre ha jugado como debería, una realidad que, como vemos, tampoco ha pasado inadvertida para la FTC y el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Esto es muy importante por una sencilla razón, el contraste que existe entre Europa y Estados Unidos a la hora de perseguir casos de monopolio. En el viejo continente es una práctica frecuente que se ha llevado a cabo, además, con seriedad y dureza, todo en aras de proteger el libre mercado, la libre competencia y de tutelar los intereses de los consumidores.

Por contra, en Estados Unidos la intervención en este tipo de casos ha sido casi anecdótica, un panorama que está llamado a cambiar con las presiones crecientes por parte de los demócratas y republicanos que abogan por establecer un mayor control sobre los grandes gigantes tecnológicos.

De momento ninguno de los implicados en este proceso ha querido hacer declaraciones, así que solo podemos esperar a ver cómo evoluciona.