Raspberry Pi 4 ya está aquí: mucha más potencia y soporte 4K

Lo que empezó siendo un «experimento informático» ha acabado convirtiéndose en uno de los proyectos más interesantes de los últimos años. Hablamos por supuesto de la Raspberry Pi. La Raspberry Pi Foundation, encargada de su desarrollo, acaba de anunciar el lanzamiento de la cuarta generación de la que ya es una de las placas más populares del mercado, tanto para su uso doméstico, como plataforma para programadores.

Atrás queda esa primera Raspberry lanzada en 2012, que únicamente ofrecía 256 MB de RAM y un procesador ARM de 700MHz. En los últimos años los nuevos dispositivos se han «profesionalizado», intentando mantener sin embargo ese espíritu de «más por menos.» Veamos cuáles son las principales novedades que se incluyen en este último lanzamiento.

En primer lugar, nueva CPU. Raspberry Pi 4 continua su apuesta por ARM y equipa una Broadcom BCM2711 (64 Bits) de 1,5 GHz. En este sentido, por primera vez, una Raspberry incorpora un procesador equivalente al que podemos encontrar en una gama de entrada x86, lo que debería dar lugar a que se pueda ser más ambicioso en los nuevos proyectos.

Esta apuesta se consolida por supuesto, con más memoria RAM. Adiós a las restricciones que imponía el 1GB de memoria de los modelos anteriores y hola a nueva configuraciones de 2GB y 4GB. ¿Se puede ampliar? Una vez más, no. En el campo de la conectividad, se ha dato el salto a Bluetooth 5 y se incluyen dos nuevos puertos USB 3.

Raspberry estrena soporte para 4K

¿Alguien dijo 4K? La cuarta generación de Raspberyy Pi es capaz de dar soporte a nada menos que dos monitores 4K 60 FPS de forma simultánea. Para conseguirlo, dice adiós al clásico conector HDMI completo (tipo A) y lo sustituye por dos conectores micro HDMI. ¿Buenas noticias? Sin duda, aunque sospechamos que no serán muchos los que estén encantados con tener que comprar nuevos cables.

¿Se podía haber mantenido la apuesta inicial e incluir dos conectores HDMI-A? De alguna forma sí, pero como comenta Eben Upton (el «jefe supremo» del proyecto) hubiese supuesto alterar demasiado el factor de forma, entregando una Raspberry demasiado «gruesa».

La segunda decisión que no habrá agradado tanto es que también se cambia el conector de la fuente de alimentación. Como era necesario ahorrar en espacio pero a la vez ofrecer más energía a los periféricos, para esta cuarta generación se apuesta por USB-C. En caso de no tener existencias a mano, la Fundación vende tanto este cable USB-C como los micro HDMI por separado.

El cambio de conectores tiene por supuesto una «víctima» adicional: las carcasas. Las oficiales y las que se han vendido hasta ahora para las anteriores generaciones de Raspberry Pi, dejan de ser compatibles con la nueva. Pero por otro lado y teniendo en cuenta el salto en potencia que da la nueva placa, a los usuarios sin duda les interesa hacerse con una capaz de «refrigerarla». El propio Upton lo avisa: «Definitivamente, esta placa se va a calentar más que la anterior».

Nuevo software

Nueva arquitectura, nuevo software. Como no podía ser de otra forma, Raspberry Pi 4 precisa contar con la nueva versión de Raspbian (basada en Debian 10) que incluye drivers para los nuevos componentes.

Para poder utilizar nuestro pequeño ordenador deberemos formatear una tarjeta flash compatible. Una vez instalado el nuevo sistema operativo, descubriremos que ofrece algunas novedades. Una de las más interesantes es que se desprende de cierto código privativo y por ejemplo para dar soporte al contrololador de gráficos 3D se apuesta por drivers open-source. Se mantiene eso sí el carácter cerrado del propio diseño de hardware.

En cuanto al diseño, Raspbian se ha modernizado, pasando del «clásico» diseño 3D de versiones anteriores, a uno «flat» mucho más acorde con los tiempos que corren. Con todo, lo más importante es cómo ha mejorado el rendimiento, que según los responsables del proyecto, multiplica entre dos y cuatro veces prácticamente cualquier métrica obtenida en la generación anterior. ¿La mejor noticia para muchos? Windows 10 ARM se instala fácil y se comporta de forma bastante decente.