Aprobada definitivamente la «tasa Google» en Francia

El Senado francés ha aprobado definitivamente el impuesto a las grandes tecnológicas que operan en Internet en Francia. A pesar de que Estados Unidos ha anunciado una investigación para determinar si esta tasa es discriminatoria con sus empresas que puede desembocar en la imposición de aranceles para los productos franceses que se exporten a Estados Unidos, los miembros del Senado no se han dejado amedrentar y han votado a favor de su entrada en vigor, según The Verge.

Se desconoce por ahora cuándo entrará en vigor la tasa, que afectará a las grandes tecnológicas que operan a través de Internet, como Google, Amazon o Facebook. Con ella, todas las que sobrepasen los 750 millones de euros de ingresos a nivel mundial, de los que un mínimo de 25 se obtengan en el estado francés, tendrán que abonar anualmente una tasa del 3% de sus ingresos.

Con esto, Francia convierte en nacional una tasa que en principio tendría que haber sido europea, pero que se vino abajo cuando se atascaron los planes para desarrollarla a nivel de la Unión Europea. Planes que todavía siguen encallados sin que haya visos para que se solucionen los problemas que impiden avanzar, por lo que Francia ha decidido no esperar e implantarlo en el país.

Mientras se decide cuándo y como se implanta la tasa en Francia, en Estados Unidos irán avanzando con la investigación sobre la tasa, que ha generado un gran rechazo. Tanto por parte del gobierno, que apunta a que Francia tiene como objetivo con esta tasa a las tecnológicas estadounidenses, a las que gravará de manera injusta.

Pero la tasa no solo ha enfadado al gobierno. También ha provocado el rechazo de diversos grupos empresariales. Entre ellos, a la Cámara de Comercio, que opina que la tasa «dañaría a empresas y trabajadores estadounidenses. Mientras, el Consejo de la Industria de la Información Tecnológica, del que forman parte entre otros Google y Facebook, apunta que el paso dado por Francia es un «paso a un lado significativo y preocupante» de los esfuerzos internacionales.

Por otro lado, la Fundación para la Innovación y las Tecnologías de la Información, un think-tank sobre políticas, también ha criticado la propuesta, refieriéndose a ella como «un esfuerzo mal disimulado que tiene como objetivo a las empresas que se piensa que son demasiado poderosas, rentables y estadounidenses«.