China está ultimando el lanzamiento de su propia moneda digital

Un alto cargo del banco central de China ha confirmado que el gigante asiático lo tiene todo «casi listo» para empezar a emitir su propia moneda digital, un movimiento que supondría la culminación de un proceso de desarrollo e investigación que comenzó en 2014.

Ha sido Mu Changchun, subdirector del departamento de pagos del Banco Popular de China (nombre que recibe el banco central del país), confirmó esta información el pasado sábado en un evento celebrado en la provincia de Heilongjiang, ubicada en el norte de China, aunque no se atrevió a dar fechas concretas de su entrada en vigor.

Como dijimos no se trata de un proyecto nuevo, es el resultado de un plan que el país inició hace ya casi cinco años. En 2014 el Banco Popular de China contrató a un grupo de investigación para que llevase a cabo un estudio con un objetivo claro: determinar la viabilidad de una moneda digital propia.

Lo primero que nos puede venir a la cabeza es para qué querría China utilizar su propia moneda digital. Entiendo que puede sonar un poco extraño, pero tiene una explicación muy sencilla. Por un lado una moneda de este tipo permite al país reducir los costes asociados al dinero en formato físico, entre los que se incluyen desde el papel hasta el gasto que representa el proceso de impresión y de emisión.

Por otro lado una moneda digital nacional también permite al país efectuar un mayor control. No es un secreto, China tiene entre sus principales objetivos reforzar el control que ejerce sobre su población, y una moneda de este tipo podría convertirse en un poderoso aliado.

De momento el gigante asiático ha sido parco en detalles a la hora de hablar de esta nueva moneda, pero sabemos, gracias a Mu Changchun, que dependerá de dos entidades: el Banco Popular Chino y las instituciones financieras del país. Esto quiere decir que ambos serán considerados como emisores legítimos de dicha moneda.

El subdirector también dijo que esta moneda digital no tendrá una dependencia total y única de la tecnología blockchain, no porque no crean en su seguridad, sino porque dicha tecnología no está preparada, por sí sola, para sostener todo el volumen de transacciones que se llevarán a cabo en China.