Francia y Estados Unidos llegan a un principio de acuerdo sobre la tasa digital francesa

Un equipo de negociadores de Francia y Estados Unidos han alcanzado, según Reuters, un principio de acuerdo sobre la tasa digital francesa, un impuesto que hizo recientemente a Donald Trump amenazar con imponer un impuesto especial a las importaciones de vino francés a Estados Unidos.

El acuerdo lo han alcanzado el Ministro de Economía de Francia, Bruno LeMaire; el Secretario de Estado de Estados Unidos, Steve Mnuchin; y el Consejero Económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow. En él se estipula que Francia se encargaría de devolver a las empresas la diferencia entre la cantidad que tendrían que abonar por la tasa francesa y un sistema de tasas global que está siendo desarrollado por la OCDE.

Este acuerdo debe enviarse todavía a Donald Trump y al Presidente de Francia, Emmanuel Macron, para que le den el visto bueno, lo que harán en el transcurso del encuentro del G7 que se está celebrando en la localidad vascofrancesa de Biarritz. Al parecer, Trump ya ha manifestado que está de acuerdo con él, pero se desconoce la postura que adoptará Macron.

Tanto Le Maire como los negociadores estadounidenses han estado trabajando durante todo el fin de semana pasada para llegar a este principio de acuerdo. Las primeras reuniones tuvieron lugar en la casa familiar del ministro francés en la región vascofrancesa, y culminaron en una cena en Biarritz. Termina así, al menos de momento, un nuevo frente que amenazaba con enturbiar las relaciones económicas entre la Unión Europea y Estados Unidos.

Francia aprobó hace unas semanas una tasa digital del 3% para gravar a todas las plataformas de servicios digitales que operasen en Francia y tuviesen más de 25 millones de euros en ingresos en Francia y 750 millones de euros como mínimo de ingresos en todo el mundo. Lo hizo cuando, tras apostar con fuerza en 2018 por la implantación de una tasa digital en toda la UE y ver cómo no salía adelante por las reticencias de varios países. Entonces decidió implantar una tasa nacional en Francia, que se convirtió en ley el pasado mes de julio y se aplicará con efecto retroactivo al 1 de enero de 2019.