Google alcanza la supremacía cuántica por primera vez en la industria

Un artículo de investigación publicado en un sitio web de NASA, asegura que Google habría alcanzado la supremacía cuántica con un supercomputador cuántico de 53 qubits derivado del proyecto Bristlecone. El artículo fue descubierto por el Financial Times y aunque fue retirado posteriormente (parece que fue publicado antes de completar las revisiones correspondientes a estos artículos científicos) muestra un avance fundamental que por primera vez consigue la industria.

La computación cuántica es la próxima frontera como un gran salto tecnológico en el que están trabajando las principales compañías del sector. Especialmente IBM, con un centro de investigación T.J. Watson Research Center en Nueva York donde se cuece la revolución que nos espera para las próximas décadas. El centro tiene distintos récords como la simulación de la molécula más grande bajo computación cuántica y la pasada semana ofrecieron el anuncio de un nuevo ordenador cuántico de 53 qubits que llegará en octubre como el más potente diseñado nunca para ámbitos comerciales.

Google (junto a Intel, Microsoft o D-Wave), es otra de las grandes que está en la carrera cuántica con la idea de llevar esta tecnología a todos los sectores, incluyendo el mercado general de consumo. Su planteamiento general es el de un servicio basado en la nube, de manera que cada empresa, organismo o entidad interesada puede acceder al nivel de potencia que ofrecen los equipos de computación cuántica siguiendo un modelo de pago por uso que se está imponiendo en la industria.

Aún quedan muchos años para ello. Como sabes, frente a la arquitectura de la computación tradicional capaces de adoptar valores de «1» o «0», la información en computación cuántica se almacena en qubits (bits cuánticos) que pueden adoptar simultáneamente ambos valores (superposición) y con ello, conseguir realizar cualquier tarea de computación de manera exponencialmente más rápida que los sistemas actuales. Todavía hay importantes problemas de base a resolver, como los factores de interferencia que influyen en la capacidad de control y la fiabilidad de los qubits, tales como defectos de la temperatura, el electromagnetismo y el material.

Otro de los objetivos es conseguir la llamada supremacía cuántica. Un concepto que define cuando una de estas nuevas computadoras sea capaz de resolver una tarea informática que no se podría realizar con las computadoras actuales o el tiempo para hacerlo fuera disparatado. La investigación de Google habría conseguido un cálculo determinado (el muestreo de una instancia de un circuito cuántico un millón de veces) mientras que un IBM Summit (la computadora comercial más potente en la actualidad) tardaría casi 20.000 años en completarlo.

«Hasta donde sabemos, este experimento marca el primer cálculo que solo se puede realizar en un procesador cuántico», describe el trabajo de investigación. Queda muchísimo camino por recorrer, pero es la primera vez que la industria consigue la supremacía cuántica. Un término exagerado teóricamente ya que se refiere a una sola aplicación, pero que demuestra esencialmente que las computadoras cuánticas realmente funcionan. Faltan décadas para que usemos este tipo de máquinas en un escritorio de consumo, pero es obvio que se trata de una tecnología con un potencial enorme que cambiará todo lo conocido en computación.