Crece el interés por las armas de fuego inteligentes en Estados Unidos

Estados Unidos arrastra un problema importante asociado a la segunda enmienda de su Constitución. El derecho a portar armas de fuego  ha dado pie a numerosos incidentes de tal calado que han llegado a poner en entredicho la necesidad real de mantener dicha enmienda, una cuestión polémica con muchos intereses en juego.

La industria armamentística de Estados Unidos es uno de los grandes pilares económicos del país, así que obvia decir que retirar esa segunda enmienda supondría un mazazo importante, tanto que es algo que no se ha llegado a contemplar en serio. ¿Qué soluciones alternativas podrían considerar entonces? La creación de armas de fuego inteligentes se ha mostrado como una de las más interesantes.

Con la creación de armas inteligentes se podría dar forma a modelos controlados por un chip que podría actuar como elemento limitador. Lo entenderemos mejor con un ejemplo, imagina el caso de un sujeto que compra un arma de fuego y posteriormente es condenado por un delito grave. Pues bien, a través del chip que integra su arma las autoridades podrían bloquearla a distancia e impedir su utilización.

Uno de los objetivos más importantes detrás de esa idea de crear armas inteligentes sería controlar mejor su uso y reducir en gran medida su utilización con fines delictivos. Teniendo en cuenta las masacres que ha sufrido Estados Unidos en los últimos años como consecuencia de la «suavidad» con la que se regula la compra y tenencia de armas de fuego está claro que no es un tema baladí.

Las posibilidades que ofrecería la tecnología aplicada a las armas de fuego son claras, pero sigue contando con el rechazo de los usuarios. En su momento la empresa Smith & Wesson estuvo a punto de colapsar por las represalias de los consumidores tras descubrir que estaban barajando la introducción de elementos «inteligentes» en sus armas, así que no es un paso que vaya ser posible sin una intervención estatal plena.

Introducir elementos tecnológicos en armas de fuego tiene un lado positivo, pero también ha sido cuestionado ampliamente por temas relacionados con el derecho a la intimidad y el riesgo de que puedan ser crackeadas, pero el creciente interés del ejército de Estados Unidos está abriendo poco a poco la puerta a la entrada de la tecnología en un sector que ha cambiado muy poco en las últimas décadas.