A Fondo
China está a punto de lanzar su moneda digital: así es como va a funcionar
Os lo contamos el pasado mes de agosto. El Banco Popular de China lo tiene todo prácticamente preparado para lanzar su propia moneda digital: un yuan electrónico con el que quiere tener un mayor control sobre los pagos digitales que se realizan en el país asiático. Si los planes del Gobierno comunista se cumplen, el lanzamiento de la nueva moneda coincidirá con el próximo «día del soltero» (11 de noviembre), una festividad que se ha convertido en una de las fechas en las que más pagos se procesan.
¿Pero en qué consiste exactamente esta nueva moneda digital? ¿Cuál es su objetivo? ¿Por qué se lanza ahora? Lo primero que conviene aclarar es que a diferencia de otros «proyectos chinos» como el polémico «crédito social» que han acaparado los titulares de los medios de comunicación durantelos últimos meses, el yuan digital es algo que sí o sí se va a lanzar…de forma inminente. No es vano, hablamos de un proyecto en el que las autoridades asiáticas llevan trabajando durante los últimos cuatro años. Lo segundo que hay que tener en cuenta es que aunque es una moneda digital, no es exactamente una criptomoneda.
¿Qué es exactamente el Yuan digital?
En una economía como la China que ha pasado rápidamente del dinero en efectivo a pagar con el teléfono móvil y en el que un porcentaje importante de la población no está bancarizada, el Yuan digital tiene como objetivo unificar los pagos móviles y digitales, con el fin último de eliminar el uso de un dinero en efectivo que está cayendo en popularidad a marchas forzadas.
En este sentido, lo que en un primer momento va a llegar a los ciudadanos que así lo deseen es la posibilidad de instalar en sus terminales una cartera digital en la que podrán cargar el dinero electrónico que deseen para realizar y procesar todo tipo de pagos.
A diferencia de lo que ocurre con las criptomonedas, el valor de este Yuan estará respaldado por el estado con sus reservas fiduciarias y cuenta con el apoyo del Banco Industrial y Comercial de China y el Banco de China, dos de las entidades financieras más importantes del mundo. Además tanto Alibaba como Tencent, las dos compañías tecnológicas más importantes del país, están implicadas en el desarrollo del proyecto, así como Union Pay, la asociación bancaria de China.
Serán las entidades bancarias las que paguen al Gobierno el 100% de la emisión de la nueva moneda, que a continuación distribuirán entre la población y las empresas interesadas en adoptarla.
Si la población china ya paga con el móvil, ¿por qué lanzar un Yuan digital?
Pese a que el Gobierno se las promete felices, el lanzamiento del Yuan digital no va a ser sencillo. Los chinos se han acostumbrado tanto a pagar con sus teléfonos móviles en los últimos años que incluso en los pequeños puestos callejeros de Shangai o Beijing suelen preferirlo antes de tener que «dar el cambio».
De hecho, según los datos que ofrece la consultora Analysys, se calcula que en el primer trimestre de 2019, se procesaron nada menos que 59 trillones de yuans (83.000 millones de euros) en pagos móviles, un 15% más que el año anterior. De estos, la mitad fueron procesados por AliPay (Ant Financial) y un tercio adicional por WeChat (Tencent). Además a diferencia del Yuan digital, estas plataformas están profundamente integradas con todo tipo de servicios como mensajería instantánea, redes sociales, comercio electrónico, etc.
Pese a ello, al Gobierno chino le preocupan dos cosas. La primera, que considera que si consigue digitalizar de forma uniforme su divisa en efectivo, podrá combatir de una forma mucho más eficaz el lavado de dinero, identificando transacciones sospechosas en pocos días (el plan pasa porque los bancos remitan un informe diario de las transacciones realizadas)
La segunda, que proyectos como Facebook Libra han despertado algo más que recelos en el país asiático. No tanto por este proyecto en particular (no nos olvidemos que sus ciudadanos tienen vetado el acceso a esta plataforma), sino por el hecho de que en un futuro un grupo privado de empresas pueda aspirar a competir con el Gobierno en el monopolio de emisión y gestión de divisas.
¿En qué se parece y en qué se diferencia de una criptomoneda?
Como hemos comentado antes, para utilizar el Yuan digital, los ciudadanos chinos deberán instalar en sus telefónos móviles un wallet específico para estas transacciones electrónicas.
En estas carteras digitales la nueva moneda se almacenaría en forma de libros verificados por criptografía y algoritmos de consenso. Contiene una identificación de usuario y la información del propietario, y cada vez que se realiza una transacción se generará una nueva cadena CBDC que incluye la identidad del nuevo propietario. A diferencia de las criptomonedas, todo el sistema de gestión y verificación se haría de forma centralizada.
Esto por supuesto tiene distintas implicaciones: por un lado, es cierto que el tráfico de capitales se controla de forma efectiva. Pero por el otro, no es difícil ver en esta moneda un nuevo atentado contra la privacidad de los ciudadanos, que ahora podrían ver cómo también se controla al milímetro su historial de pagos.
Según ha explicado el propio Bank of China, esto no tiene por qué ser necesariamente así y de forma pública ha expresado que su voluntad es la de «encontrar un equilibrio entre el anonimato y la necesidad de tomar medidas enérgicas contra los delitos financieros», sin aclarar sin embargo que quiere decir eso en realidad.
Lo más probable sin embargo es que las identidades reales de los usuarios acaben estando vinculadas a carteras individuales, lo cual en cualquier caso para el ciudadano chino, «acostumbrado» a la vigilancia de su Gobierno tampoco representaría una gran novedad.
Esto también explica por qué el Yuan digital tampoco se basa en Blockchain. Aunque también sería justo decir que en este caso, también puede esgrimirse un argumento técnico. Concretamente, las autoridades chinas han expresado dudas sobre si la esta tecnología sería capaz de soportar un gran volumen de transacciones simultáneas. Volviendo al último «Día del Soltero» sus datos indican que en el de 2018 se produjeron 92.771 transacciones por segundo, una cifra que se sitúamuy encima de lo que la cada de bloques puede soportar.
¿Cuál será su impacto económico?
Para las entidades financieras que lo adopten, el único cambio que van a experimentar se verá reflejado en su contabilidad. Para el lanzamiento de la nueva moneda se ha establecido que el efectivo digital se mantenga separado de los depósitos de ahorro.
En cuanto a la economía real, tampoco se espera un gran impacto a corto plazo. Como el nuevo Yuan digital está diseñado para reemplazar el dinero en efectivo, no debería afectar a la oferta monetaria en general y por lo tanto, su efecto en política monetaria debería ser neutral.
Si esta nueva moneda es ampliamente aceptada, es cierto que los depósitos bancarios podrían disminuir, pero se considera que el impacto sobre los bancos sería manejable. Además en un futuro, el banco central podría utilizar esya moneda digital para diseñar políticas económicas que le ayudasen a seguir compitiendo frente a otras monedas.
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