A Fondo
Así serán los centros de datos en 2020
Todas las áreas del mundo de la tecnología van evolucionando con el tiempo y la llegada de novedades y avances de todo tipo. Los centros de datos no son una excepción, y en 2020, gracias a la expansión de varias tendencias, como el aumento del uso de aceleradores de conexión o el avance de las unidades de almacenamiento SSD, van a experimentar ciertos cambios según Network World.
A estas variaciones también van a contribuir ciertas tendencias y comportamientos, tanto de compra por parte de las compañías dedicadas a su despliegue, como de uso, debido a los cambios en las operaciones y planes de las empresas. Esto llevará, por ejemplo, a la apertura en 2020 de más centros de datos en zonas urbanas dedicados a Internet de las Cosas. Esta tendencia ya se ha comenzado a dar en 2019, y el próximo año no va a ir a menos, sino todo lo contrario.
Cambia así la tendencia que durante mucho tiempo hizo que los centros de datos estuviesen situados en zonas despobladas, preferiblemente cerca de fuentes de energías renovables. Pero la necesidad de abrir más de este tipo de centros, sobre todo por el auge presente y futuro de Internet de las Cosas, los está llevando ya a áreas metropolitanos. Pero este no es el único vector que está llevando a los centros de datos a las ciudades: también lo está provocando el uso de proveedores de centros de datos, como DRT o Equinix, como centros de interconexión.
Otro de los principales cambios que experimentarán los centros de datos es el aumento del uso de aceleradores de red, motivado por la cada vez mayor cantidad de datos para almacenamiento y proceso, y por la Inteligencia Artificial. Además, los datos no siempre están en el mismo punto, lo que lleva a Esto hace que, al menos por ahora, las CPUs tengan que proporcionar cada vez más energía para los controladores de tráfico de red, aunque por fortuna cuentan con una ayuda que puede devolverlas a su operación principal, que es procesar datos: los aceleradores de red.
Así, en 2020 se van a ver cada vez más posibilidades de elección de estos sistemas para centros de datos. Como ConnectX line, de Mellanox, cuya misión es liberar a las CPUs para que puedan procesar datos y encargarse ellos de mover grandes cantidades de datos, y de hacerlo más rápido.
Otro de los elementos que los centros de datos van a incorporar masivamente en 2020, de cara a agilizar las tareas, es la memoria express no volátil (NVMe). Se trata de una interfaz de almacenamiento que deja atrás los problemas de la tecnología SATA, que no puede aprovechar todas las ventajas de los SSDs actuales de cara a la red.
Los discos SSD sólo pueden comunicarse con el servidor en el que están instalados, y con una versión de los interfaces NVMe, denominados NVMeoF (NVMe sobre estructura u over fabrics), un disco SSD instalado en un servidor adquiere la capacidad de comunicarse con otros que están en otros servidores dentro de la misma red. Por lo tanto, este tipo de interfaz mejora la velocidad y fiabilidad de la transmisión de datos.
Otro de los cambios de tendencia que llegarán a los centros de datos en 2020 es la popularización del uso de memoria específica para almacenamiento. Siempre y cuando bajen sus precios que en la actualidad son bastante elevados. Este tipo de memoria se caracteriza por integrarse en una ranura para memoria DRAM y funcionar como tal, pero también puede hacerlo como un SSD.
Tiene una velocidad casi idéntica a la de DRAM, pero también capacidad de almacenamiento, lo que la convierte en una caché para las unidades SSD. Tanto Intel como Micron trabajan ya en esta tecnología, y SK Hynix también se está esforzando por lanzar su propio tipo de esta memoria, pero todavía tiene que haber avances significativos para que sea más asequible. Por el momento no hay muchas opciones disponibles, lo que se espera que cambie en 2020, algo que abarataría también su precio, que por ahora es bastante elevado.
Inteligencia Artificial, migraciones y la nube
Cómo no, la Inteligencia Artificial será otra de las tendencias para los centros de datos. En particular, en los servidores. Todos los principales fabricantes de servidores están ya agregando Inteligencia Artificial a sus sistemas, pero es Oracle el que por ahora lleva la delantera con su apuesta por automatizarlo todo. Desde el hardware al sistema operativo y las aplicaciones. Mientras tanto, HPE, Dell y Lenovo siguen avanzando.
Una de las peores partes en cuanto a tendencias en centros de datos para 2020 parece que va a tocar a las migraciones de datos. Muchas empresas han dado marcha atrás en sus proyectos de desplazamiento de sus centros de datos a la nube, o las han retrasado.
Según un estudio de IDC; el 85% de las empresas tiene además planes de desplazar sus cargas de trabajo de entornos públicos a privados a lo largo del año que viene. Y según una encuesta de Nutanix, el 73% de quienes participaron en ella van a desplazar aplicaciones de la nube pública a entornos locales. Principalmente, lo hacen por seguridad. Por tanto, parece que la locura por la nube frenará un poco, y las empresas elegirán con más cuidado que llevan a la nube y qué no.
En cuanto a los datos almacenados, se guardan muchos más de los que es necesario. De acuerdo con IDC, sólo el 10% de los datos corporativos son de acceso elevado, mientras que otro 30% tiene un porcentaje de acceso medio. Se usa con menos regularidad. Mientras tanto, el 60% restante cuenta con un porcentaje de acceso muy bajo, o directamente nulo.
Mientras tanto, el volumen de datos guardados a nivel global se espera que crezca hasta los 175 Zetabytes en 2025. Y ya llevamos 32 Zetabytes almacenados, de los que la mayoría es información completamente inútil. Por lo tanto, más pronto que tarde, será necesario examinar ingentes cantidades de datos para ver y decidir qué se guarda y qué no. De otro modo habrá que gastar una fortuna en discos duros y espacio de almacenamiento en centros de datos para guardar información sin utilidad. Es posible que esa tendencia hacia vigilar lo que se guarda en centros de datos comience ya este año.
Otro de los factores en alza en este tipo de instalaciones es la presencia de una mezcla variada de procesadores. Hace más o menos una década, daba lo mismo qué tipo de servidores de utilizasen, porque estaban definidos por un procesador x86. Pero ahora cada vez hay más tipos y variedad de diseños de servidores: con GPUs integradas, con procesadores Arm, con aceleradores de red o de Inteligencia Artificial, etc.
Esto no va a ir a menos en 2020, sino todo lo contrario. Por lo tanto, será necesario hacer algunos cambios en los diseños de servidores. Para empezar, será necesario utilizar sistemas de refrigeración líquida, y optar por modelos más potentes. Además, las pilas de software tendrán que ser más robustas para poder gestionar todos los distintos chips que llevan los servidores. Esto hará necesario que los desarrolladores de las distintas distribuciones de Linux, o de los sistemas de Microsoft, tengan que poner más atención al problema y hacer algunas modificaciones al respecto.
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