Apple aboga por cambios profundos en los impuestos a grandes empresas

El sistema impositivo que opera a nivel internacional y que afecta a gigantes como Apple necesita una importante revisión, de eso no existe la más mínima duda. Los avances que se han llevado a cabo durante la última década han contribuido a dejar el modelo actual en una situación de obsolescencia total por lo injusto que resulta.

Como habrá intuido más de uno de nuestros lectores estamos apuntando directamente, con esa definición, al polémico tema de los paraísos fiscales, donde muchos gigantes, Apple incluida, establecen sus sedes para minimizar su tributación, pero también hay que tener en cuenta las lagunas que facilitan, de manera total o parcial, la reducción de impuestos de una manera más alegal que legal.

Es una cuestión complicada, y el CEO de Apple ha querido ofrecer su punto de vista. El ejecutivo ha manifestado que está de acuerdo en que el sistema global de impuestos que se aplican a empresas multinacionales necesita una revisión, y se ha mostrado a favor de las últimas tendencias, pero también ha dicho que es algo muy difícil y que quieren «desesperadamente que el resultado sea algo justo».

La normativa fiscal internacional se encuentra en una situación límite, de hecho hace tiempo que dejó de funcionar como debería. Con esto en mente no es extraño que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) haya decidido afrontar reformas globales partiendo, eso sí, de un enfoque claro que busca, en primer lugar, asentar una base sobre la que construir todos los cambios necesarios.

Apple tiene una fuerte presencia a nivel internacional tanto por sus productos de hardware como por sus servicios y soluciones de software. Sin embargo, en su expansión a lo largo del viejo continente optó por anclar un acuerdo con Irlanda que le permitió reducir de manera significativa el pago de impuestos. Esto dio pie a un conflicto entre Irlanda y la Unión Europea, ya que esta última reclama 13.000 millones de euros en impuestos atrasados que Apple debería haber pagado.

Este tipo de conflictos, junto con los escollos y vacíos legales que permiten a las multinacionales tributar en paraísos fiscales, son un claro ejemplo de la necesidad de una nueva normativa armonizadora. La cuestión es cómo debería ser esa normativa, un tema que todavía no tiene consenso, aunque está claro que romper el modelo actual de filiales que actúan como intermediarias o comisionistas sería un pilar clave, un buen comienzo.

Más información: Reuters.