A Fondo
Cómo los wearables pueden parar la expansión de una epidemia
Los wearables pueden convertirse en nuestro mejor aliado para luchar «sobre el terreno» contra el COVID-19. De eso están por lo menos convencidos algunos investigadores de la Universidad de Stanford, que están desarrollando algoritmos capaces de detectar los primeros síntomas de la enfermedad basándose en los datos recogidos por estos dispositivos.
En este sentido, la idea es que cuando el algoritmo detecte cambios significativos en el ritmo cardíaco de la persona que los lleva o en su temperatura corporal, podría indicar que el organismo está combatiendo una posible infección, por lo que el dispositivo emitiría una señal de alerta.
Como explica el profesor de Stanford, Michael Snyder, un wearable realiza una media de 2.500 mediciones diarias, por lo que considera que con el conjunto de datos acumulados que extrae al cabo de esas 24-48 horas el algoritmo efectivamente puede detectar que algo no está funcionando como debería, informando que se están dando los primeros síntomas de la enfermedad antes de que sean perceptibles por la persona que lleva la pulsera.
Para poner la idea en marcha, la Universidad de Stanford ha llegado a un acuerdo de colaboración con Fitbit, que ha donado 1.000 smartwatches para la causa y ha animado a sus usuarios (la empresa cuenta con más de 30 millones de usuarios activos) a participar de forma voluntaria en el experimento. No es la primera vez que vemos a los chicos de Fitbit involucrados en este tipo de causa. El pasado mes de enero, cuando el COVID-19 parecía un problema que solo iba a afectar a China, otro grupo de investigadores anunció los resultados de un partnership con la marca, concluyendo que el uso de wearables podía ser interesante para estudiar la propagación de la gripe común.
El estudio de Stanford sin embargo va a ir más allá de su colaboración con Fitbit y sus autores afirman que su intención es recopilar datos de otros wearbles, ya sean desde relojes de otras marcas, ya sean anillos inteligentes como los que hace no mucho ha puesto en el mercado Amazon. Por supuesto, el desarrollo de estos algoritmos y que tengan la precisión que se espera no es algo que vaya a ocurrir de hoy para mañana y es que cambios en el ritmo cardiaco o alteraciones en la temperatura pueden estar motivados por un amplio número de factores y no solo con una infección compatible con este coronavirus.
Estimote quiere parar la infección en los centros de trabajo
Tan importante es parar la pandemia ahora, como pensar en el día después, cuando tras esa famosa «desescalada» millones de personas se reincorporen a sus puestos de trabajo y tengan que comenzar a relacionarse de nuevo con sus compañeros. Para este escenario, la startup Estimote cree tener la respuesta.
La compañía, que se ha especializado en la comercialización de beacons Bluetooth (los que por ejemplo nos envían notificaciones push dentro de una tienda) acaba de lanzar una nueva familia de dispositivos wearables adaptados específicamente para identificar el desarrollo de la pandemia del COVID-19.
Su funcionamiento recuerda mucho al de las aplicaciones para dispositivos móviles que se han utilizado en China o en Singapur. Equipados con conectividad Bluetooth, GPS y LTE monitorizan el contacto persona a persona cuando se reporta un caso positivo dentro del trabajo.
Todos los datos que recogen estos dispositivos son enviados al servidor de cada empresa, donde son almacenados de forma encriptada y segura. Cuando un trabajador indica que es positivo por coronavirus, automáticamente el dispositivo alerta al manager de la empresa, mostrando a su vez con qué personas ha estado en contacto y sugiriendo el inicio de confinamiento y cuarentena. De esta forma las empresas pueden controlar de forma más efectiva la seguridad en el puesto de trabajo o incluso alertar a las autoridades sanitarias locales si comprueban que los niveles reportados se sitúan por encima de lo «normal».
Pero los wearables pueden ser útiles para cosas mucho más sencillas y que tienen un gran poder para parar el virus. En el caso de Google por ejemplo, ha introducido en Wear OS, su plataforma para relojes inteligentes, un recordatorio que periódicamente nos anima a lavarnos las manos. Cuando aceptamos ese recordatorio, se pone en marcha un temporizador que nos indicará durante cuánto tiempo tenemos que estar con las manos enjabonadas y en remojo.
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