China pide respeto a Estados Unidos y habla de una nueva Guerra Fría

La pandemia del COVID-19 ha tenido un impacto enorme a nivel internacional, pero también se ha convertido en la fuente de una importante polémica entre China y Estados Unidos que podría derivar en una nueva Guerra Fría.

Como sabrán muchos de nuestros lectores la Guerra Fría original fue un marcado enfrentamiento político entre lo que se consideró como el bloque capitalista u occidental, encabezado por Estados Unidos, y el bloque comunista u oriental, liderado por la extinta URSS. Se mantuvo activo desde 1947 hasta 1991, y en más de una ocasión se temió que pudiera acabar desencadenando la Tercera Guerra Mundial, aunque por fortuna no fue así.

Wang Yi, el Ministro Chino de Asuntos Exteriores, ha dicho en una reciente comparecencia que Estados Unidos está «infectado por un virus político», y ha señalado directamente a Donald Trump, a quien acusa de ser la principal fuente de conflicto y de desinformación.

La Administración Trump ha culpado reiteradamente a China de no haber gestionado adecuadamente el COVID-19, ha señalado al ejecutivo chino como principal culpable de que dicha enfermedad se convirtiera en una pandemia mundial, y ha dado un peso considerable a algunas informaciones de dudosa procedencia.

El ministro ha acusado a Estados Unidos de fabricar mentiras contra China, literalmente, y ha dicho que están forzando el inicio de una nueva Guerra Fría entre ambos países. El propio Mike Pompeo, Secretario de Estado de Estados Unidos, dijo recientemente que tienen «evidencias más que suficientes» que demuestran que el COVID-19 fue creado en un laboratorio en China, lo que dio pie a una oleada de noticias falsas que, al final, no hicieron bien a nadie, de hecho Pompeo acabó retractándose de dicha afirmación poco después.

No hay duda de que las relaciones entre ambos países no pasan por su mejor momento, y lo más grave es que las cosas están yendo cada vez a peor. Las medidas que Estados Unidos está tomando contra las grandes tecnológicas chinas, entre las que se encuentran Huawei y ZTE, unida a las acusaciones vertidas por el origen y la evolución de la pandemia del COVID-19 no han hecho más que generar un nivel de crispación muy marcado que podría tocar techo si China decide sancionar a Apple.

Trump se encuentra en plena campaña por la reelección, así que no se va a quedar impasible ante una respuesta de ese calibre. Veremos cómo evoluciona la situación en las próximas semanas, ya que ambos gigantes tienen mucho que perder, y la economía internacional también.