A Fondo
5 alternativas a Raspberry Pi para todas las necesidades y bolsillos
Los ordenadores de bolsillo, o más concretamente la Raspberry Pi en sus diferentes modelos, son uno de los dispositivos más codiciados por aquellos a los que les gusta crear sus propios equipos y conseguir diseños y desarrollos de tamaño ajustado. Si el precio también es algo que les preocupa, los distintos modelos de Raspberry Pi son desde luego uno de sus elementos más codiciados. Tan pequeña que puede integrarse en prácticamente cualquier parte (o carcasa) y con numerosas posibilidades y puertos, ofrece numerosas posibilidades a la hora de experimentar y trastear.
Pero como sucede con la mayoría de dispositivos, una raspi, como se la conoce popularmente, tiene alguna que otra carencia. Ni siquiera su último modelo, la Raspberry Pi 4, se libra de ciertas carencias. Por ejemplo, tiene muchas dificultades a la hora de trabajar con vídeo en alta definición, aunque soporta imagen 4K. Además no puede ejecutar Windows, y conseguir que se inicie y arranque desde un SSD o un disco duro no es precisamente sencillo.
Por tanto, si te toca trabajar con vídeo, quieres utilizarla para dar un impulso a tus proyectos de robótica o precisas un miniordenador que funcione con Windows sí o sí, tendrás que buscar otras alternativas. Por suerte hay otros miniordenadores con prestaciones suficientes para trabajar con vídeo, hacer streaming, trabajar sin problemas con unidades de almacenamiento y ejecutar Windows. Además, las hay para todos los presupuestos. A continuación te mostramos cinco que podrás utilizar para dar rienda suelta a tus proyectos y construir tu propio miniordenador sin renunciar a nada.
Rock64: para redes con cable
Lanzado por primera vez en 2017, este miniordenador está pensado para utilizarlo en redes cableadas, ya que cuenta con conectividad Ethernet pero no con un módulo WiFi. Ofrece para ello un conector Ethernet Gigabit, así como una conexión secundaria de 100 Mbps. Además cuenta con un socket eMMC, lo que facilita la integración en el equipo de un módulo arrancable de memoria flash. Gracias a él contará con un sistema de inicio más fiable que una tarjeta microSD.
Su fabricante es la compañía Pine64, que ofrece a quienes compren este miniordenador la posibilidad de contar con suministros y dispositivos al menos hasta medio plazo ya que por ahora tiene planes de seguir fabricándolo como mínimo hasta 2022. Además es compatible con bastantes distribuciones de Linux, lo que lo convierte en un dispositivo pensado especialmente para funcionar como un router o cualquier otro elemento de red que no necesite contar con una conexión wireless. Tiene un precio que parte de los 24,95 dólares para el modelo con 1 GB y va hasta los 44,95 dólares para el de 4 GB de RAM. También se puede adquirir con 2 GB de RAM por 34,95 dólares en la web de su fabricante.
PocketBeagle: más potente que Raspberry Pi Zero
Desarrollado por Beagleboard, este miniordenador tiene un tamaño realmente ajustado, aunque es más potente que el primer modelo de Raspberry Pi que salió al mercado. Se trata de un ordenador de una única placa que tiene un tamaño similar al de un stick de memoria USB. En este espacio tan reducido, este miniordenador lleva un procesador ARM-3 Cortex, dos microprocesadores que funcionan a la velocidad de 200 MHz y 512 MB de memoria.
El PocketBeagle funciona con la distribución de Linux Debian 9.9, aunque también se le pueden instalar otras distribuciones. Eso sí, al igual que sucede con otros miniordenadores, también tiene carencias. En este caso, no es compatible con vídeo. No tiene salida HDMI, a pesar de contar con ocho entradas analógicas y dos buses USB. Pero como todos los equipos de este tipo, tiene una función muy concreta: la robótica. El Pocket Beagle se puede integrar en un robot y controlarse a través de Internet, a distancia. Por tanto, si te gustan la robótica y los miniordenadores, puedes conseguir este equipo a través de la web de su distribuidor Mouser Electronics por 26,68 euros.
Banana Pi M4: parecida a una Raspberry Pi pero preparada para vídeo
Si lo que quieres es un microordenador que te sirva para trabajar con vídeo o para hacer streaming, el Banana Pì M64 podrá cubrir prácticamente todas tus necesidades. Su diseño es muy parecido al de una Raspberry Pi, pero con todos los elementos necesarios para trabajar con vídeo. Entre ellos una ranura M.2 Key E, en la que puedes instalar una unidad de almacenamiento SSD.
También incorpora varios conectores GPIO, lo que hace a este miniordenador compatible con los módulos hardware de expansión diseñados para ampliar una Raspberry Pi, conocidos como Pi Hats. Eso sí, este miniequipo es un poco más grande que una Raspberry Pi, por lo que no es compatible con las carcasas desarrolladas para sus distintos modelos. Este pequeño ordenador cuenta con varias opciones que lo convierten en ideal para, una vez ampliado y configurado a medida e integrado en una carcasa, convertirlo en un media center.
Odroid-N2: compatible con los módulos de ampliación de Raspberry Pi
Este pequeño ordenador de Hardkernel es otro de los modelos compatibles con los módulos de ampliación de la Raspberry Pi, los Hats, ya que integra los conectores GPIO para encajarlos en su placa y ampliar sus posibilidades. Por otro lado incluye todas las prestaciones de una PI 4, pero además cuenta con conexión Gigabit Ethernet, por lo que puede utilizarse en redes con cable. Además lleva un puerto HDMI 4K, lo que elimina las limitaciones de vídeo que tienen las Raspberry Pi. Incluye 4 GB de RAM, un clúster ARM Cortex-A73 de cuatro núcleos y otro Cortex A-53 con dos núcleos, así como una GPU Mali-G52.
Además también cuenta con dos puertos USB3 más que la Raspi 4 y un receptor de infrarrojos. Aparte de esto cuenta con una mejor refrigeración, gracias al disipador de calor que lleva integrado en la trasera de la placa. Gracias a esto, y a sus opciones de vídeo, el Odroid-N2 es una opción bastante apreciada para, una vez configurado y ajustado, funcionar como un media center. Este equipo se puede conseguir por un precio algo más elevado que las opciones que hemos visto hasta ahora: 77 dólares.
LattePanda Alpha: listo para Windows 10
Este miniordenador es, con diferencia, la opción más cara como alternativa a la Raspberry Pi: a partir de 409 dólares (449 dólares con Windows 10). Fabricada por Latte Panda, es prácticamente un ordenador sin monitor ni teclado o ratón y en una sola placa. Preparado para Windows 10, cuenta con un procesador Intel Core M3 de 7ª generación, 8 GB de memoria RAM, 64 GB de memoria Flash y dos ranuras M.2 en las que integrar, por ejemplo, unidades de almacenamiento SSD. Además cuenta con conectividad WiFi y Ethernet, además de con puerto USB, entre otros conectores de entrada y salida.
Este equipo lleva incorporado además un coprocesador compatible con Arduino, lo que permite la ejecución de aplicaciones que requieren un consumo bajo. Todo integrado en una placa de dimensiones ligeramente superiores a las de un naipe (eso sí, con más grosor).
Basta con incorporarle una fuente de alimentación de 5V, como las que llevan muchos modelos de ordenador, y ya tendrás un equipo listo para conectarlo a un monitor y un teclado e instalarle Windows. Eso sí, hay que tener en cuenta que Windows consume mucha potencia, y que tras su instalación no quedará mucha para ejecutar sus aplicaciones, por lo que si necesitas más potencia puedes probar con alguna distribución de Linux ligera.
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