Inteligencia Artificial en la empresa: más proyectos y más atención a los riesgos no deseados

¿Qué presencia tienen las tecnologías de Inteligencia Artificial en las empresas? Es la pregunta que Deloitte se hace cada año, desde hace tres años. En una nueva edición de su informe ”State of AI in the Enterprise” describe 2020 como un año complicado, en el que tal vez las compañías hayan tenido que poner el foco en otras prioridades (como el teletrabajo), que han llevado al desarrollo de la IA a un segundo plano.

Como en las ediciones anteriores, Deloitte clasifica la apuesta por la IA en las empresas, en tres grandes grupos. El primero incluye el de las compañías que están empezando a experimentar con esta tecnología, normalmente poniendo en marcha proyectos piloto. Son empresas que han llegado a la conclusión de que trabajan con una gran cantidad de datos y que tal vez pueda haber formas de obtener mejores resultados, identificando nuevas líneas de negocio o ahorros.

Del segundo grupo forman parte las organizaciones que ya han validado sus pruebas de concepto y han puesto en modo producción algunos proyectos. Se encuentran en un momento en el que necesitan estudiar cómo escalar esos desarrollos sin asumir demasiados riesgos.

Finalmente, en el último grupo encontramos el número más reducido de empresas. Son compañías que han introducido la IA a lo largo de todos los procesos de su compañía, desde el departamento financiero a los recursos humanos, y que toman en cuenta esta tecnología para cualquier proyecto.

Para la última edición de su estudio, la consultora ha encuestado a 2.737 profesionales de IT de todo el mundo. Una de las principales conclusiones a las que llega es que la mayor parte de las compañías que ponen un proyecto de IA en marcha, lo hacen para ganar en eficiencia. Solo aquellas empresas que son más maduras y que llevan tiempo trabajando con esta tecnología, son capaces de percibir su valor como driver para impulsar su diferenciación. En ambos casos sin embargo, las empresas que participan en el estudio aseguran estar convencidas de que apostar por ala IA puede ofrecerles una clara ventaja competitiva.

A la hora de identificar las principales iniciativas que han puesto en marcha las empresas para beneficiarse precisamente de ese ventaja competitiva, la mayoría de las mismas (20%) señalaron la modernización del centro de datos como iniciativa principal como la principal; le siguieron en este orden, el acceso a nuevas herramientas y plataformas (19%), el uso de servicios cloud-IA (17%), la puesta en marcha sus propias plataformas de Data Science/IA (16%) o la firma de acuerdos de colaboración con otras empresas para desarrollar estas iniciativas más rápido (14%).

Finalmente, y a medida que ha avanzado la adopción de distintas tecnologías de Inteligencia Artificial, las empresas manifiestan ser más conscientes de los riesgos que conlleva, tanto estratégicos, como operaciones e incluso éticos (desde el sesgo no intencional hasta la determinación de responsabilidad). Sin embargo, lo que no parece haber crecido lo suficiente, es la adopción de medidas específicas para ayudar a mitigar esos riesgos, incluso en las empresas más maduras en este terreno.