A Fondo
¿Cómo pueden enfrentarse los CIOs a una nueva oleada del COVID-19?
Un segundo confinamiento. La idea provoca escalofríos en la inmensa mayoría de las empresas. Y sin embargo no hay más remedido que contemplar una posibilidad que, a la vista de los rebrotes que se están produciendo, no resulta para nada descabellada.
¿La diferencia? Que con respecto a la primera oleada, ahora las compañías no tienen excusas para no estar preparadas. Han tenido tiempo para adaptar sus sistemas, han reformulado sus planes de contingencia y han aprendido de los errores que pueden haber cometido en las primeras semanas de la pandemia.
Si este no obstante no fuera el caso, en MCPRO os mostramos cinco puntos clave que los CIOs deberían tener en cuenta antes de ese temido “nuevo encierro”.
Adaptarse a la incertidumbre
Si la primera oleada del COVID-19 sorprendió a casi todas las empresas sin un plan de contingencia adecuado, para una segunda oleada los mecanismos tienen que estar preparados y ajustados.
Sobre todo porque ante la dificultad de poner en marcha nuevos proyectos IT, los departamentos tecnológicos de las empresas deberán acostumbrarse a vivir durante un tiempo en un estado de “incertidumbre”, para el cual lo ideal es desarrollar una cultura interna de resiliencia.
Las grandes empresas deben adaptarse en este sentido, a una cultura startup en la que es la agilidad y hasta cierto punto, la “disponibilidad total”, la que marca el ritmo. Para hacerlo posible hay que profundizar en la calidad de los canales de comunicación y colaboración, contando con las herramientas, pero también con las metodologías adecuadas.
Al mismo tiempo y desde un punto de vista puramente tecnológico, nada se adapta mejor a este escenario “incierto” que la apuesta por la nube, que facilita que las compañías puedan escalar o “retroceder sobre sus pasos” con facilidad y siempre que sea necesario.
Evaluar los recursos tecnológicos
Con, o sin confinamiento total, una nueva oleada del COVID-19 va a traducirse en una extensión del teletrabajo. Lo hemos comentado otras veces: muchos de los proyectos que en este sentido tenían un horizonte temporal de uno o dos años, se han puesto en marcha en pocas semanas.
Esto ha demostrado dos cosas. Por un lado, que casi todas las empresas han conseguido que sus empleados trabajen a distancia. La segunda, que la falta de planificación previa ha derivado en que necesariamente, se han cometido todo tipo de errores.
La precipitación con la que se llevó el primer confinamiento por ejemplo, provocó que muchos recursos IT de las empresas quedasen completamente desaprovechados, mientras que los empleados se veían en la necesidad de trabajar a distancia con plataformas hardware/software claramente inferiores.
Una correcta evaluación de los activos disponibles permite en este sentido, que de llegar un segundo confinamiento, esta vez sí, todos puedan trabajar con las mejores herramientas. Esto se traducirá en un considerable menor número de incidencias y seguramente, también en un incremento de la productividad. (Ej: trabajar desde casa con Windows 7, no debe ser una opción).
Una mejor conectividad
¿Qué es lo que hace que los empleados puedan teletrabajar? Principalmente una buena conexión a la Red y a los servidores de su empresa. En la primera oleada del COVID-19, las compañías de telecomunicaciones cumplieron de forma más que digna la primera parte de la ecuación. En cuanto a la segunda, no fueron pocas las empresas que tuvieron problemas. Entre los principales, servidores saturados, escasa disponibilidad de VPN y cuellos de botella…debido sobre todo a unas plataformas corporativas que solo estaban preparadas para admitir entre un 20% y un 50% de conexiones concurrentes.
No puede volver a pasar. El departamento TIC debe asegurarse de que esta vez sí, la plataforma puede dar respuesta al 100% de los usuarios que tengan que trabajar de forma remota, escalando la disponibilidad de sus infraestructuras de forma adecuada. ¿La forma más rápida de hacerlo? Una vez más, en el cloud parece estar la respuesta.
Actualizar el plan de continuidad de negocio
En una reciente entrevista, el CIO de una importante multinacional española nos decía: “quien diga que tenía un plan de continuidad de negocio o que estaba preparado para una crisis como la del COVID-19, miente”. Y es así, a principios del mes de febrero no había ningún plan de continuidad que tuviese instrucciones claras para actuar en caso de pandemia.
Las cosas, como hemos visto, han cambiado. Y como han cambiado, los planes de continuidad deberían recoger con instrucciones claras y precisas cuáles son las actuaciones que hay que poner en marcha en caso de que la peor de las situaciones se vuelva a presentar.
Seguridad, seguridad y más seguridad
El caos empresarial es un sueño hecho realidad para los cibercriminales, que deseando aprovechar las brechas de seguridad creadas por unas tecnologías de acceso remoto, en las que no faltan vulnerabilidades que explotar.
Hemos visto que el teletrabajo extiende el perímetro de seguridad de las empresas hasta el hogar de cada uno de los empleados…con todo lo que ello conlleva. ¿No podemos proporcionar un equipo corporativo seguro a casa uno de los trabajadores? Apostemos por VDI, por Cloud, por sistemas en los que no importe cómo se conectan.
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