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Investigadores del University College de Londres logran un nuevo récord de velocidad de Internet
Un grupo de investigadores del University College de Londres ha conseguido alcanzar un nuevo récord en la velocidad de Internet: 178 Terabits por segundo, una velocidad equivalente a 178.000 Gbps. Para conseguirlo, la responsable de la investigación, la Investigadora de la Real Academia de Ingeniería Lidia Galdino y su equipo han contado con la colaboración de Xtera y KDDI Research.
La velocidad alcanzada dobla la capacidad de cualquiera de los sistemas que están actualmente desplegados en el mundo. Para conseguirla, los investigadores empleados un longitudes de onda mucho mayores de las que se emplean habitualmente en los cables de fibra óptica, así como distintas tecnologías de amplificado, que han servido para amplificar la señal. Los cables de fibra óptica tienden a la absorción de los fotones que se transmiten por el cable para generar la señal después de varios kilómetros. Esto se debe a los materiales utilizados para la fabricación de estos cables.
Los repetidores, que funcionan como lo hacen los dedicados a amplificar una WiFi, son necesarios para retransmitir estas señales de nuevo para que puedan viajar a una distancia mayor. Pero gracias a la labor y descubrimientos de los investigadores que han logrado esta nueva marca de velocidad, el equipo consiguió no solo extender la señal, sino que además la logró amplificar de forma masiva.
En la actualidad, la mayoría de infraestructura de red emplea un espectro de banda ancha limitado a 4,5 THz, y la de 9 THz de límite está empezando a entrar al mercado. Mientras, el 5G, funciona a 24 GHz y más, y puede transmitir datos a una velocidad de entre 1 a 3 Gbps. Una velocidad muy escasa comparada por la alcanzada por Galdino y su equipo.
El sistema necesario para hacer que la velocidad de Internet se dispare, según las investigaciones de este equipo del University College, tendría una integración bastante económica en la infraestructura de Internet actual. Según los miembros del equipo, la actualización o instalación de amplificadores cada cierta distancia sería mucho más económica que instalar nuevos cables de fibra óptica. Así, costaría unos 21.000 dólares colocarlos entre cada 40 o 100 kilómetros. Sería por tanto una solución bastante viable para ayudar a reducir la brecha digital y subir la velocidad de conexión de manera más que notable.
Según Galdino, «aunque las interconexiones más avanzadas entre la nube y los centros de datos son capaces de transportar hasta 35 terabits por segundo, estamos trabajando con nuevas tecnologías que empleen de manera más eficiente la tecnología que ya existe, con un uso mejorado del ancho de banda de la fibra óptica, lo que ha permitido un récord mundial de tasa de transmisión de 178 terabits por segundo. Independientemente de la crisis del COVID-19, el tráfico de Internet ha aumentado de manera exponencial en los últimos 10 años, y este crecimiento en demanda de datos está relacionada con la reducción del coste por bit. El desarrollo de nuevas tecnologías es vital para mantener esta tendencia hacia costes más bajos mientras se cumplen las tasas de demanda de datos, que seguirán aumentando«.
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