Bitcoin alcanzará los 100.000 dólares en 2021, según los inversores

El Bitcoin está viviendo una segunda juventud, una nueva edad dorada. Puede que alguno no termine de estar de acuerdo, pero lo cierto es que solo tenemos que comprobar su evolución durante el último año para darnos cuenta de que es una afirmación muy acertada.

Esta conocida criptodivisa llegó a caer hasta los 3.200 dólares, una cifra irrisoria si tenemos en cuenta que en su momento rozó la barrera de los 20.000 dólares. Ya tuvimos la ocasión de hablar de esta cuestión, y de la posible existencia de una segunda burbuja, hace unos días, cuando publicamos este artículo.

Desde entonces, Bitcoin ha seguido creciendo, y lo ha hecho a un ritmo que, desde luego, confirma que sigue «imparable». Al momento de escribir este artículo, cada unidad de dicha criptodivisa tenía un valor unitario de 19.200 euros, y es probable que en las próximas horas acabe rompiendo la barrera de los 20.000 dólares, ¿pero cómo enfocan esta situación los inversores? Pues con un optimismo sorprendente.

Si analizamos la evolución del Bitcoin durante los últimos años nos daremos cuenta de que no resulta descabellado pensar que esta criptodivisa pueda multiplicar su valor por 5 en un año. En marzo de 2010, su valor era prácticamente nulo, y en abril de 2011 alcanzó la barrera de un dólar. A partir de ahí, tuvo un crecimiento meteórico hasta rozar los 20.000 dólares en 2017. Esto quiere decir que multiplicó su valor por 20.000 poco más de seis años.

Brian Estes, director de inversiones del fondo de cobertura Off the Chain Capital, está convencido de que el valor del Bitcoin seguirá creciendo hasta llegar a los 100.000 dólares en 2021, aunque no descarta que su crecimiento acabe siendo aún mayor, y que se coloque cerca de los 300.000 dólares. Otros analistas son todavía más optimistas, y creen que romperá la barrera de los 300.000 dólares.

Son cifras mareantes que suenan realmente bien, pero con el fantasma de la última burbuja del Bitcoin, que explotó hace un par de años y se llevó por delante un 83% de su valor, dejándola, como anticipamos, en la franja de los 3.200 dólares. Aunque las previsiones son optimistas, y podrían cumplirse perfectamente, sigo pensando que no ha cambiado nada en el mundo, ni ha pasado nada, que pueda justificar ese enorme crecimiento, y que por tanto nos encontramos ante una nueva burbuja que no debería tardar mucho en explotar.