A Fondo
Microsoft Surface Pro 7 Plus (análisis): lo nuevo de Intel se nota y para bien
Convertirse en una referencia también en el mundo del hardware. Es lo que desde hace unos años ha conseguido Microsoft con una gama de dispositivos Surface, que tiene en la Surface Pro su equipo estrella.
Pero para que sigan creciendo y se consoliden, los equipos estrella hay que mimarlos. Así que si has dado con un diseño que funciona, se vende bien y sobre todo, no tienes en cartera una gran innovación que justifique el cambio, en muchos casos la decisión más inteligente es no tocar nada.
Y esto es precisamente lo que han hecho los de Redmond con su nueva Surface Pro. En lugar de llamarla Surface Pro 8, como casi todos esperábamos, reconocen que los cambios que introducen este año son meramente incrementales y el nuevo 2 en 1 de la multinacional pasa a llamarse Surface Pro 7 Plus.
En el Surface Pro 7 Plus se mantiene la misma pantalla, diseño de base y el chasis de magnesio que se estrenó en este dispositivo el año pasado. El soporte trasero no ha cambiado tampoco pero tal vez, lo que más echamos de menos, es que en esta pequeña actualización, no se haya aprovechado para incrementar la oferta de conectividad, que sigue estando reducida a un puerto USB-A, un puerto USB-C y el jack de 3,5 mm. para auriculares.
Nuevos procesadores y más velocidad
Que no haya cambios en el exterior, no quiere decir sin embargo que Microsoft no haya hecho los deberes. Y si la Surface Pro es ya de por sí, un equipo orientado a profesionales y empresas, esta renovación quiere serlo aún más. Tanto, que la propia compañía utiliza este carácter empresarial, como elemento para de alguna forma, «justificar» el desarrollo de este modelo.
¿A qué nos referimos? En primer lugar a su vocación de «este es un equipo para trabajar desde donde quieras, en cualquier parte» Y así al «calor» del teletrabajo «pandémico», se incluyen dos novedades muy interesantes: su compatibilidad con redes Wi-Fi 6 y la opción de conectarse a redes LTE Advanced gracias a un módem Snapdragon X20 (opcional) que facilita el trabajo tanto con tarjetas SIM físicas, como con eSIM.
En segundo término, a que sigue apostando por un sistema de cámaras realmente sobresaliente. No solo porque ofrecen calidad Full HD, algo que no solemos encontrar en la mayoría de los portátiles, sino porque además también incluye sensor IR para autenticación, integrándose con Windows Hello…demostrando que ultraportabilidad y seguridad pueden ir de la mano con todas las garantías.
Pero la gran novedad la encontramos sin embargo, en la renovación de los procesadores. En este caso, Microsoft apuesta por la undécima generación Core de Intel, Tiger Lake, con versiones Core i3, Core i5 y Core i7. Los nuevos procesadores y esto es aún más interesante, están acompañados de las también nuevas gráficas gráficas Intel Xe, con las que Intel aspira por fin, a ponerse a la altura de compañías como AMD o NVIDIA.
Al analizar nuestro equipo concreto (Core i5, 2,42 GHz) obtenemos una puntuación de 642 puntos en single core y de 4138 puntos en multicore, lo que supone todo un salto de calidad con respecto al Surface Pro 7 original (460 / 1650) especialmente al utilizar aplicaciones que aprovechen varios hilos.
Aunque tal vez no tenga mucho sentido la comparación, ya que son arquitecturas y sistemas operativos diferentes, lo cierto es que el A14 de Apple (iPad Air 5, iPad Pro) que podría competir de tú a tú con Microsoft en este frente tablet, sigue siendo el gran «enemigo» ya que consigue una puntuación de 1583 puntos en single core y de 4198 en multicore pero insistimos, las posibilidades que ofrecen con respecto a la gama Surface, tampoco son las mismas.
En el caso de la memoria RAM, las nuevas Surface permite llegar hasta los 32 Gbytes y encontramos también novedades en el almacenamiento interno, en el que se incluye una una SSD M.2 extraíble (hasta 1 Tbyte de capacidad) como las que tienen los nuevos Surface Pro X o Surface Laptop 3.
Una vez más aquí se destaca el componente empresarial. Porque aunque es cierto que el disco duro no es extraíble directamente por el usuario, sí que puede hacerlo cualquier profesional cualificado del departamento TIC de una empresa… con lo que por un lado se alarga la vida útil del dispositivo y por el otro, de nuevo se gana en seguridad.
La renovación del hardware interno ha incluido la actualización del modelo de diseño térmico (TDM), lo que ha dejado espacio para aumentar el tamaño de la batería hasta los 50,4 Wh. Según Microsoft, esto permite llevar la autonomía de este dos en uno hasta las 15 horas. La empresa se reserva eso sí la coletilla de «de acuerdo con el uso típico del dispositivo Surface», lo que por supuesto no incluye ni jugar, ni ver películas, ni tal vez, trabajar con aplicaciones pesadas.
En nuestras pruebas, la autonomía se estira sin problemas hasta las 8 horas y en ocasiones si el uso no es ni intensivo ni muy prolongado, hemos llegado a 10. En cualquier caso, es capaz de responder a toda una entera jornada de trabajos sin sobresaltos. Podemos dejarnos el cargador en casa.
Pensado para los departamentos de TI
Además de por sus características técnicas, cuando hablamos de un «equipo pensado para las empresas», lo hacemos pensando en cómo se va a integrar en la infraestructura IT de la compañía, por ejemplo en áreas tan sensibles como la gestión remota de dispositivos.
En este caso, la propuesta de valor de Microsoft pasa por el programa «Surface para empresas», facilitando la integración de este dos en uno con todo tipo de herramientas de administración.
Aquí encontramos por ejemplo, DFCI en Surface, un sistema que nos permite implementar y administrar hasta la configuración UEFI del equipo desde la nube, con herramientas como Microsoft Endpoint Manager y Windows Autopilot.
Igualmente interesante resulta el programa Windows Virtual Desktop en Surface, que permite ejecutar la infraestructura de escritorio virtual (VDI) en un dispositivo Surface, de forma realmente cómoda y sencilla a través de Microsoft Azure y que refuerza la seguridad incorporando elementos de autenticación biométrica como la autenticación táctil a través del lápiz.
Por otro lado, además de la garantía de hardware estándar, las empresas que adquieren este dispositivo, pueden acceder a un servicio de intercambio avanzado, de modo que obtienen una nueva unidad, sin coste adicional.
Si ya tenemos la Surface Pro 7…¿merece la pena el cambio?
Esta es la pregunta que probablemente se harán muchos de los que lean este análisis. La respuesta es…»depende». Lo primero que tenemos que evaluar y que de hecho, determina el grueso de la respuesta es de qué forma estamos usando el dispositivo.
Porque si la respuesta es un «trabajo ofimático», nuestra recomendación no puede ser más clara: ni por diseño, ni por autonomía o prestaciones, el cambio merece la pena.
Ahora bien, si por el trabajo que realizamos el poder conectarnos a través de la red 4G es importante o si realmente vamos a apreciar ese extra de potencia (hablamos como veis de un 20%) que ofrece la nueva generación de procesadores…entonces, en algunos casos de uso concretos, podría merecer la pena el cambio.
Dicho lo cual, otra cuestión muy diferente es que estemos considerando este Surface como una unidad nueva para nuestra empresa. ¿Merece la pena apostar por la gama plus o podemos «conformarnos» con la del año pasado?
Si no necesitamos LTE, este equipo en concreto (i5, 8GB de RAM, 256 GB de almacenamiento) podremos adquirirlo a partir de 1.149 euros. El equivalente en la generación anterior, se vende en estos momentos por 976 euros en la Microsoft Store. La diferencia en tan pequeña, que no merece la pena adquirir un dispositivo que ya tiene un año de antigüedad.
-
OpiniónHace 7 días
10 predicciones para los proveedores de servicios gestionados en 2025
-
NoticiasHace 7 días
AMD despedirá al 4% de su plantilla mientras se centra en IA y centros de datos
-
NoticiasHace 3 días
El Capitan es el nuevo superordenador más potente y rápido del mundo
-
NoticiasHace 7 días
La Comisión Europea multa a Meta con 798 millones por perjudicar a la competencia de Marketplace