A Fondo
FinOps, el arte de controlar y rebajar lo que tu empresa gasta en cloud computing
Hasta la llegada de la pandemia el salto a la nube de las empresas llevaba buen ritmo, impulsado por la transformación digital en proceso en muchas de ellas y por la necesidad de acceder a productos y servicios mas versátiles y que permitiesen ahorrar costes. La llegada de la crisis del COVID-19 trastocó los planes de prácticamente todas ellas, y también de otras que aún se estaban pensando si dar el paso o no. Las restricciones y la necesidad de teletrabajar en un sinfín de compañías hizo que muchas empresas tuvieran que agarrarse a la nube como a un salvavidas para que sus plantillas pudiesen seguir trabajando. Otras, directamente, tuvieron que dar el salto a ella sin red. Por supuesto, sin pensar mucho en lo que gastaban. Es ahora, con un poco más de calma, cuando muchas empiezan a plantearse seriamente cuánto invierten en cloud computing y como optimizar ese gasto en la nube. Para ellas es la hora de la implantación de FinOps.
Pero ¿de que hablamos cuando nos referimos a FinOps? Pues básicamente de un sistema de Gestión financiera de la nube. Es decir, de un conjunto de prácticas que tienen como finalidad llevar la responsabilidad financiera al modelo de gasto variable que suele tener la nube. Para ello ofrece unas prácticas con las que los equipos distribuidos pueden equilibrar la velocidad, el coste y la calidad. Visto así, no parece muy sencillo conseguirlo, y de hecho es todo un arte. Pero la práctica de FinOps consigue que las empresas puedan conseguir la mejor relación entre el uso que hacen del cloud, el rendimiento que obtienen de la nube y lo que invierten en ella.
Nivel de automatización deficiente
Para optimizar este gasto se pueden llevar a cabo varias prácticas, como automatizar operaciones. Pero es algo con lo que muchas empresas tienen problemas. En concreto, según el informe State of FinOps 2021, realizado por la Fundación FinOps, revela que muchas empresas tienen dificultades para automatizar partes de la nube, lo que les impide, al menos en potencia, poder ajustar el gasto todo lo que podrían hacerlo. Además, se han encontrado con otro problema: muchos de los proveedores cloud están subiendo los precios de las suscripciones, lo que está agotando poco a poco el ahorro que hicieron en su día al pasarse a un modelo de almacenamiento y herramientas y servicios en la nube.
Casi la mitad de los que han contestado a la encuesta que sirvió de base para el estudio, realizada entre más de 800 empleados de empresas de más de 10.000 empleados que suman en total 45.000 millones de dólares de gasto en cloud computing, admiten que o bien no emplean, o no lo hacen casi, automatización en la gestión de gastos en servicios como backups en la nube o almacenamiento cloud. Entre los que sí utilizan automatizaciones, un 31% automatizó las notificaciones, mientras que otro 29% usó automatismos para mantener el etiquetado organizado, que es importante porque implica que los costs de los recursos se pueden asignar a un proyecto o departamento en concreto..
Un 12% logró automatizar el uso de planes de ahorro e instancias reservadas, y un porcentaje parecido aseguraron haber automatizado lo que se conoce como rightsizing, es decir, la compra de la especificación o infraestructura adecuadas para cada solución basada en la nube.
El 31,1% contestó que utilizan la nube pública en toda su infraestructura TI, y otro 39% describieron a su empresa como una entidad que pone por delante la nube pública. Un 60% invierten en ella más de un millón de dólares anuales. Entre ellos hay practicantes de FinOps de nivel básico, intermedio y experto. Solo un 15% se consideraban expertos en el tema.
La modalidad de gasto más cara, muy utilizada por principiantes en FinOps
Además, la mitad de la inversión en nube pública que realizaron las empresas encuestadas fue a demanda, es decir, la modalidad más cara de toda la oferta disponible. Sólo el 13% de los encuestados dijo que había utilizado la modalidad de uso puntual, que es la más eficaz en el control de gastos. Esto a pesar de que el 28% de los encuestados trabajaba en empresas en las que utilizar este modelo, en su opinión, sería una opción excelente.
No resulta sorprendente que a la vista del aumento de gasto cloud en su empresa y las pocas medidas que han tomado hasta ahora para controlarlo, los encuestados estén decididos por fin a ajustar la inversión en la nube. De hecho, para muchos es una prioridad en sus planes de negocio a futuro. Pero eso sí, para el 40% sigue siendo su mayor desafío.
Entre los problemas que más preocupan para conseguir su objetivo de controlar el gasto de la nube están las dificultades de conseguir la integración del hardware y la red a escala y en velocidad, y la posibilidad de activar los informes relacionados con el gasto en gestión de servicios. A solventar estos obstáculos puede ayudar la implantación de FinOps, por lo que es probable que en muchas empresas los equipos de FinOps aumenten tanto en personal como en número a lo largo de los próximos 12 meses.
Pero ¿por qué es tan complicado controlar el gasto en la nube? Pues según los encuestados, sobre todo porque cuesta que los ingenieros, que sobre todo se preocupan de hacer su trabajo y de que las cosas funcionen, tomen medidas para rebajar los costes al mínimo. Pero también por la asignación de costes compartidos y la dificultad de conseguir unas previsiones certeras. Esto último es muy complicado, debido a la complejidad de los precios en el sector cloud.
¿Por dónde empezar a ahorrar?
Eso sí, como todo, por algo hay que empezar para desplegar FinOps. En muchos casos lo mejor es comenzar por las herramientas de control de costes nativas de cada nube pública. Por AWS Cost Explorer, Google Cloud Cost Tools o Azure Cost Management, entre otras. También hay otras utilidades de gestión de costes dedicadas a ello. Entre ellas, VMware Cloudability y CloudHealth, que suman entre las dos la mitad de clientes del sector. Otros prueban con herramientas genéricas, mientras que un 26% utiliza aplicaciones desarrolladas de manera nativa. Y como nom siguen utilizando una simple hoja de cálculo para el control del gasto en la nube muchos de ellos.
En general, hay dos sistemas para rebajar el gasto en la nube. Uno es utilizar menos recursos, lo que suele enfadar a los ingenieros, y otro es, sencillamente, pagar menos por los recursos. Para ello se pueden utilizar ofertas para instancias reservadas, los planes de ahorro o comparando entre nubes y eligiendo la mejor oferta posible.
El informe analiza esto de acuerdo con la madurez FinOps. Los principiantes en sus prácticas utilizan en más de un 60% el precio a demanda, lo que implica que pagan el máximo. Entre los usuarios de nivel experto en prácticas de FinOps, este porcentaje cae hasta un 33%. Siempre hay ocasiones en las que haya que utilizar este tipo de almacenamiento, como en el caso de cargas de trabajo impredecibles, experimentos y pruebas, pero los expertos en FinOps consiguen cubrir la mayoría del gasto en cloud con un plan con descuento.
Las prácticas de FinOps tienen mucho que ofrece a quienes quieren ahorrar y gastar menos en la nube. Pero eso sí, muchos no saben por donde abordarlo. Más cuando todavía es un terreno desconocido para muchos, y que aún está dado sus primeros pasos en cuanto a potencias. Pero tomando las medidas adecuadas, se puede implementar en una empresa. Eso sí, esto pasa por tomar varias medidas: diseñar una hoja de ruta de las capacidades de FinOps y lo que necesita la empresa, datos de pruebas para comprender qué es lo que se puede conseguir, y herramientas de encuestas que permitan explicar qué es lo que está disponible y para qué se utilizan.
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