La AMD Instinct MI200 será la primera aceleradora gráfica modular

Si todo va según lo previsto, a finales de este año se producirá el lanzamiento de la AMD Instinct MI200, una solución que podría convertirse en la primera aceleradora gráfica en utilizar un diseño de núcleo MCM, es decir, una arquitectura módulo multi-chip.

El concepto del que partiría la AMD Instinct MI200 sería el mismo que hemos visto en los procesadores Zen, aunque con algunas particularidades y adaptaciones propias del sector GPU. Esto quiere decir que ya no tendríamos una GPU de núcleo monolítico, donde todos sus elementos se integran en una única pastilla de silicio, sino un núcleo gráfico dividido en varias pastillas de silicio, más pequeñas, que se combinarían para crear una GPU más potente.

Adoptar esta arquitectura representa ventajas muy importantes que afectan, sobre todo, a la traslación del diseño a la oblea de silicio, a la tasa de éxito por oblea y, por tanto, a los costes de producción. Lo vamos a entender mejor con un ejemplo. La AMD Instinct MI100 cuenta con un total de 7.680 shaders, integrados en un diseño de GPU monolítica, lo que significa que se integran en una única pastilla de silicio, y que AMD necesita chips con esa cantidad de shaders funcionales para poder fabricar dicha aceleradora gráfica.

Pues bien, bajo el nuevo concepto MCM que veríamos en la AMD Instinct MI200, AMD podría alcanzar esa cantidad de shaders dividiendo la GPU en cuatro pastillas de silicio interconectadas, cada pastilla de silicio tendría 1.920 shaders. Obvia decir que es mucho más fácil obtener un chip con 1.920 shaders funcionales que uno con 7.680 shaders operativos, y esto nos ayuda a entender por qué aumentaría la tasa de éxito por oblea y cómo se reducirían los costes de producción.

Se espera que esa nueva aceleradora gráfica esté integrada en los superordenadores HPE Cray EX, y que sea compatible con la interfaz PCIE Gen5. Las especificaciones de la AMD Instinct MI200 todavía no han trascendido, de hecho hay rumores que sugieren que podría estar basada en la «venerable» arquitectura Vega, pero todavía no hay nada definitivo en este sentido, así que es mejor esperar y no dejarnos llevar por la especulación.

Con todo, si se confirma el salto al diseño MCM, AMD no debería tener problemas para superar la barrera de los 10.000 shaders en una única tarjeta gráfica, aunque su rendimiento bruto en entornos reales dependerá del sistema de intercomunicación que permita que todos los chips trabajen juntos de forma efectiva.