Apple arrasa en un mercado del wearable de gran crecimiento por la pandemia

El mercado del wearable sigue al alza y creció de manera importante en el último trimestre de 2020 y en general en todo el año, según los datos de IDC. Como otros equipos, véase portátiles o tablets, el crecimiento se vio impulsado por las consecuencias de la pandemia del COVID-19.

«Si bien el cambio en el gasto junto con los nuevos productos y la estacionalidad típica estuvieron en juego durante el cuarto trimestre, la pandemia también ha sido buena para el mercado, ya que ha puesto la salud y el estado físico en la vanguardia de la mente de muchos consumidores», explican desde IDC.

Ciertamente, los dispositivos vestibles que incluyen componentes de seguimiento de la salud y/o de acondicionamiento o práctica deportiva que ofrecen sensores de temperatura, frecuencia cardíaca u otros más avanzados como el oxígeno en sangre, están al alza por la pandemia del coronavirus y son productos que buscan los consumidores.

La consultora incluye en el grupo de wearables otros dispositivos como los de audio, donde sobresalen los auriculares inalámbricos una vez que la estrategia de Apple de eliminar el clásico jack de 3,5 mm ha sido seguido por la mayoría de fabricantes. Con todo ello, IDC habla de un crecimiento interanual del 27,2% para entregar 153,5 millones de unidades en el cuarto trimestre de 2020.

Mercado del wearable por fabricantes

En cuanto al total del año, en 2020 se entregaron 444,7 millones de unidades con un crecimiento explosivo del 28,4%, según los datos de IDC. Por fabricantes, Apple arrasa con un 34% del mercado gracias a los Watch y AirPods. Dos productos que lideran a una amplia distancia los segmentos de relojes inteligentes y auriculares inalámbricos respectivamente.

Xiaomi se situó en segunda posición con un aumento interanual del 21%, pero a gran distancia de Apple. El fabricante sigue apostando por su serie de pulseras cuantificadoras económicas como producto de mayor ventas. Huawei en tercera posición no parece haberle pasado factura el bloqueo en Estados Unidos como le ha sucedido en venta de móviles y fue el fabricante que más creció, un 50%.

En cuanto a Samsung, necesita un acuerdo global con Google para usar el sistema operativo Wear OS y no su propio desarrollo que no está funcionando. Por último, el gran perdedor del año fue Fitbit. El único de los grandes que bajó ventas (-18%) en una caída ya preocupante del que fuera en su día líder del mercado del wearable.