La escasez mundial de semiconductores ya afecta a Apple

La producción de semiconductores sigue sin despegar y eso significa que cada vez son más las compañías que empiezan a notar las consecuencias. Si en el pasado ya os hablamos de que las consolas de nueva generación (PlayStation 5 y Xbox Series X) habían sido las primeras en experimentar retrasos en la producción, o que rápidamente esta escasez había empezado a afectar a sectores estratégicos como el de los automóviles, hoy la noticia es que en Cupertino también empiezan a estar preocupados.

Y es que pese en el último trimestre han vuelto a marcarse unos resultados estupendos, en Nikkei Asia han advertido que la falta de chips en el mercado, está afectando a la producción de algunos productos clave de la compañía, como son el MacBook o el iPad.

En el caso del MacBook, este problema en la cadena de suministro ha afectado a una etapa clave del proceso de fabricación, concretamente, en el momento en que los distintos componente se montan en la placa base antes del montaje final del portátil. En el caso del iPad, el cuello de botella se encuentra en la escasez de componentes disponibles para el montaje de las pantallas.

A día de hoy estos problemas no están impactando directamente sobre el stock de productos de la compañía y tanto iPads como Macs siguen llegando a los usuarios con normalidad. Esta por ver sin embargo, durante cuánto tiempo podrá mantenerse en esta posición de calma tensa.

Como también reporta el medio asiático, Apple ha retrasado una parte de sus pedidos de componentes tecnológicos que necesitaría ahora, hasta la segunda mitad del año.Esto podría implicar que prefiere reservar todo lo que pueda para un momento en el que tradicionalmente la empresa prepara sus grandes lanzamientos. La decisión sin embargo, podría tener un impacto significativo en las cadenas de suministro de empresas más pequeñas y evidencia hasta qué punto están tensionados los mercados en este campo.

Buena medida de esto la da precisamente Samsung, que recientemente ha confirmado que esta crisis global en la producción de componentes podría convertirse a corto y medio plazo en un auténtico problema. De hecho, la multinacional asiática está haciendo esfuerzos para construir nuevas fábricas en Estados Unidos y Europa para volver a «engrasar la máquina».

De momento sin embargo, el problema no parece estar afectando directamente al iPhone, que consigue trimestre tras trimestre cumplir con la demanda. Durante cuánto tiempo va a poder mantener Apple la joya de la corona a flote es algo, sin embargo, que aún está por ver. Y es que mientras los más optimistas aseguran que este problema podría estar resulto a finales de año, los más escépticos afirman que el horizonte no está ni mucho menos, tan despejado.