NVIDIA presenta su CPU Grace, diseñada para IA y servidores

Hoy era el gran día. NVIDIA ha celebrado la GTC 2021 apostando, de nuevo, por el formato online, y ha aprovechado para presentar Grace, su nueva CPU, diseñara para dar lo mejor de sí trabajando en servidores, entornos de computación de alta rendimiento y también con inteligencia artificial a gran escala.

NVIDIA Grace es una solución que, desde luego, no dejará a nadie indiferente. Por un lado, supone la consagración de la arquitectura ARM en el sector profesional, y es toda una demostración de fuerza por parte del gigante verde, ya que ha sido capaz de integrar una arquitectura totalmente nueva que añade una capa de personalización importante sobre esa base ARM a la que hemos hecho referencia. Así, NVIDIA Grace utiliza núcleos Neoverse que, según la compañía, estuvieron en desarrollo durante cuatro años. Como alguno de nuestros lectores habrá podido intuir, NVIDIA ha utilizado el nombre «Grace» para homenajear a Grace Hopper, una de las científicas de computación más importantes de la historia.

Este procesador se perfila como una solución altamente especializada, y se integra en un SoC que integra la CPU, una GPU y el subsistema completo de memoria e interconexión. Por desgracia, NVIDIA se ha dejado algunas cosas «en el tintero», pero ha revelado que esta CPU es capaz de alcanzar los 300 puntos en SPECrate2017_Int_base.

Volviendo al tema de la especialización, NVIDIA ha indicado que Grace está preparado para sacar adelante entrenamientos de modelos de PNL de nueva generación con más de un billón de parámetros, y que cuando se combina con una GPU NVIDIA puede ofrecer un rendimiento hasta 10 veces más rápido que los sistemas NVIDIA DGX de última generación asociados con CPUs x86. Vamos a detenernos un momento en esto, ya que es algo muy importante: el gigante verde confirma que, gracias a la optimización y a la especialización, su CPU Grace juega en otra liga en lo que a entregamiento de IA se refiere, cuando la comparamos con soluciones x86.

Queda claro que, con Grace, el gigante verde ha sabido responder a las necesidades del sector profesional centrado en la IA, donde los modelos de inteligencia artificial crecen exponencialmente, ya que pueden pasar de contar con miles de millones de parámetros a duplicarse en apenas un par de meses. Para entrenarlos es necesario contar con una CPU especializada que no lastre el rendimiento del conjunto de GPUs del sistema, es decir, que no represente un cuello de botella.

Por último, aunque no por ello menos importante, podemos ver en la imagen adjunta una hoja de ruta completa que recoge las novedades más interesantes que tiene previsto lanzar NVIDIA en el sector profesional. En el sector CPU, vemos que Grace no llegará hasta 2023, lo que significa que compartirá protagonismo con Ampere Next, la arquitectura GPU de nueva generación que sucederá a Ampere y que, según los últimos rumores, podría adoptar un diseño MCM basado en chiplets, es decir, en combinar GPUs pequeñas e intercomunicadas para crear una súper GPU.