El Fondo AMD COVID-19 HPC cumple un año: Estos han sido sus logros

Ha pasado un año desde que arrancó el Fondo AMD COVID-19 HPC, un proyecto iniciado por Lisa Su, CEO de AMD, con el que la compañía de Sunnyvale se comprometía a ofrecer su experiencia en el sector de la computación de alto rendimiento, HPC por sus siglas en inglés, y la potencia de cálculo de sus soluciones para acelerar el proceso de investigación médica necesario para luchar contra una pandemia que, por desgracia, ha puesto de relieve que no estábamos preparados.

A día de hoy, un total de 23 entidades de investigación situadas en siete países distintos se han beneficiado del Fondo AMD COVID-19 HPC, como podemos ver en la imagen adjunta, que tiene un valor aproximado de 20 millones de dólares. Dicha imagen muestra, además, otros aspectos importantes que debemos tener muy en cuenta, entre los que podemos destacar:

• El fondo integra más de 2.300 aceleradoras gráficas AMD Instinct, optimizadas para investigación científica, cálculos complejos y tareas que requieran de un algo grado de paralelizado.
• Dicho fondo también consta de más de 250 CPUs EPYC de 48 núcleos y 96 hilos.
• Tiene una potencia combinada de 12 PFLOPS (petaflops), lo que significa que podría entrar sin problemas en el top 500 de los superordenadores más potentes del mundo.

¿Y qué han conseguido estas instituciones gracias al Fondo AMD COVID-19 HPC? Pues muchas cosas, pero entre las más relevantes podemos destacar, por ejemplo, el modelado evolutivo del coronavirus que provoca la COVID-19, los trabajos de desarrollo necesarios para comprender cómo se activa la proteína del pico del virus, algo que sucede antes de la primera interacción entre el coronavirus y la célula humana, y también ha permitido realizar simulaciones de dinámica de fluidos a gran escala de las gotas de saliva con el virus mientras viajan a través del aire.

No hay duda de que este fondo nos ha ayudado a luchar contra el virus, y que gracias a esa potencia de procesamiento, y de cálculo, esas 23 instituciones han podido encontrar la solución a problemas que antes parecían muros infranqueables. También ha tenido un impacto importante en todo lo relacionado con trabajos de genómica, la transmisión del coronavirus y su modelado y, como no, la consecución del objetivo final, el desarrollo de una vacuna.

De nuevo, queda patente que ciencia y tecnología están más unidas que nunca, y que la vida humana tiene una enorme dependencia de la unión, y de la evolución, de ambas. Por eso es tan importante seguir impulsando la investigación y la experimentación en esos dos frentes, y para ello es clave contar con los recursos necesarios.