China se marca un nuevo récord: 140.000 millones de chips en cinco meses

No es ningún secreto que China es la gran fábrica del mundo. También en el terreno de los semiconductores y los componentes electrónicos, la producción del gigante asiático supera en muchas magnitudes a la de cualquier otro país del mundo.

Si examinamos de cerca las cifras, los números apabullan. Según reporta la prensa local, en lo que va de año el país comunista ha producido ya 140.000 millones de chips. Hablamos en este sentido de una cifra de récord, que supone un crecimiento de nada menos del 48,3% comparado con la producción del año pasado.

Como indican distintos informes, en mayo de este año, las distintas compañías que fabrican chips en el territorio chino, produjeron 29.900 millones de unidades, 28.800 millones en el mes de abril y 29.100 millones en marzo. ¿Qué se incluye en estas cifras? Según el propio gobierno chino, tanto chips de memoria como diversos procesadores para automóviles, electrodomésticos, smartphones y otros dispositivos. Una parte importante de los chips fabricados en China corresponde a empresas extranjeras, como Intel, Samsung o SK Hynix.

Por supuesto aquí entran los propios productores locales, donde destacan empresas como Semiconductor Manufacturing International Corp (SMIC) o Hua Hong. Es cierto y así lo ha demostrado la crisis que en los últimos años ha afectado a Huawei, que estas compañías locales aún no cuentan con la tecnología adecuada para producir los chips más avanzados, manteniéndose casi siempre en el terreno de los 28 nm. Sin embargo, bastan para una gran parte de electrodomésticos, sectores como el de la automoción o incluso, la electrónica de consumo menos exigente.

Con eso y con todo, China aún está lejos de ser un país autosuficiente a la hora de producir sus propios semiconductores. En el mismo periodo de tiempo, el país importó nada menos que 260.000 millones de chips, registrando un incremento del 30% . A esto hay que añadir el hecho de que tanto Huawei, como SMIC y otras compañías similares, siguen en la lista negra del gobierno estadounidense, lo que ralentiza enormemente sus esfuerzos de I+D, al impedirles adquirir nuevos equipos para sus fábricas.

Aunque es previsible que el país siga registrando cifras récord cada año, de momento seguirá dependiendo fuertemente de las importaciones, especialmente en desarrollos tan complejos como los microprocesadores.