Microsoft Surface ya sufre el impacto de la escasez de chips en el mercado

La escasez de chips, esa crisis en la fabricación de semiconductores de la que no hemos parado de hablar durante los últimos meses, está afectando no solo a consumidores y empresas, sino también a gigantes tecnológicos como Microsoft, que se ha visto incapaz de satisfacer la demanda de dispositivos Surface en el último trimestre.

En el último «Q», los de Redmond han declarado unos ingresos de 46.200 millones de dólares (un 21% más que hace un año) pero dos áreas se han comportado de forma desigual a consecuencia de los problemas que han experimentado en la cadena de suministro.

Según aseguran desde Microsoft, el «negocio Surface» habría caído casi un 20% en ese periodo de tiempo debido a «tensiones» en el aprovisionamiento de componentes. Por ese mismo motivo, aseguran desde la multinacional, los ingresos que obtiene por Windows OEM habrían caído un 3% en un área que afecta tanto a la propia Microsoft, como a sus socios del canal de distribución.

Los dispositivos más afectados habrían sido según la organización tanto el nuevo Surface Laptop 4 (lanzado por la compañía la pasada primavera), como el nuevo Surface Pro 7+, una versión ligeramente actualizada de su ya popular Surface Pro 7.

En este sentido, en la nota de presentación de resultados la compañía ha explicado que «con un interés tan elevado y la misma escasez de componentes a la que se enfrenta todo el sector de la electrónica de consumo, actualmente vemos que la demanda supera a la oferta. Microsoft se compromete a trabajar estrechamente con nuestros socios de la industria para ponerse al día y volver a proporcionar a los clientes toda la gama de opciones que ofrecemos con Surface. Mientras tanto, si un producto en particular no está disponible, invitamos a la gente a explorar toda la familia de productos Surface.»

Lo que no han aclarado sin embargo desde Microsoft es qué tipo de componentes serían los que estarían afectando a la producción de dispositivos Surface…ya que hablamos de un problema que, sin embargo, no está afectando a la producción de su nueva generación de consolas (Xbox Series X y Xbox Series S), cuya fabricación se ha incrementado en un 172% en las últimas semanas.