Nintendo confirma que la escasez de chips afecta al desarrollo de nuevo hardware

La escasez de semiconductores se ha convertido en uno de los temas del momento, y su alcance es tan grande que prácticamente no existe ninguna compañía dentro del sector tecnológico que no se haya visto afectada por este problema, ya sea de forma directa o indirecta. Nintendo ha sido una de las últimas en hablar del tema, y sus declaraciones son muy interesantes.

En primer lugar, debido a la escasez de chips, Nintendo ha tenido que reducir las previsiones de venta de su consola Nintendo Switch porque no recibirá los componentes que necesita para fabricar las unidades previstas. Es muy simple y fácil de entender, no puedes vender 30 millones de consolas si al final solo has podido fabricar 24 millones.

La compañía japonesa también ha comentado, sobre este tema, que están intentando buscar componentes de sustitución, y realizando ajustes y cambios a nivel de diseño con los que puedan solventar o reducir, aunque sea de forma parcial, el impacto de la escasez de semiconductores. No ha concretado nada específico, así que tendremos que esperar a que se decidan a ofrecer más información, ya que es un comentario demasiado genérico.

Este problema, el de la escasez de semiconductores, no solo no se está suavizando, sino que por momentos parece ir cada vez a más. Ya lo advirtieron las grandes figuras de la industria, lo que queda de año va a ser complicado, y la situación no mejorará de verdad en 2022, así que no podremos habar de una recuperación real hasta 2023, y es una fecha que yo no me atrevería a firmar como segura, si os digo la verdad.

Por otro lado, y este es probablemente el comentario más importante de Nintendo, la compañía nipona también dijo que la escasez de chips está afectando al desarrollo de nuevo hardware, y se negó a hacer comentarios sobre su próxima consola.

Me da la impresión de que la gran N tenía otros planes distintos a los que hemos visto, es decir, que Nintendo Switch OLED ha sido algo improvisado para cubrir el vacío que iba a quedar hasta que la compañía pudiera terminar el desarrollo de su consola de nueva generación, porque esta se habría visto retrasada por la situación actual que vive el sector tecnológico, tanto por la escasez de semiconductores como de otros componentes clave.

Dado que Nintendo Switch OLED llegó al mercado el pasado mes de octubre, cabe pensar que no veremos una nueva consola de la gran N hasta dentro de uno o dos años, como mínimo.