La Fundación Linux sube un 20% su gasto en 2021

Cuando finalice este año 2021, la Fundación Linux habrá gastado unos 180 millones de dólares, un 20% más que en 2020, cuando según The Register gastó 148 millones de dólares. Así queda reflejado en su informe anual, en el que también destaca el papel de su nueva plataforma LFX. De lo invertido en 2021, solo el 3,4% se ha gastado en soporte para el Kernel de Linux. Un 56,3% va para apoyar a otros proyectos.

Según las previsiones, los ingresos de la fundación serán de 177 millones de dólares, por lo que los gastos superarán a los ingresos. En cuanto a número de miembros, su número ha aumentado un 280 por ciento en los últimos cinco años. Del total, el 48% provienen del continente americano, el 31% de la zona EMEA y Rusia, y otro 21% de la región de Asia-Pacífico.

Destaca el foco en seguridad y en la cadena de suministro de software que ha tenido la Fundación Linux en 2021. En este año, la Fundación de seguridad open source se ha convertido en un proyecto con 10 millones de dólares de financiación. También destaca la estandarización en ISO/IEZ del Paquete de software de intercambio de datos (SPDX), pensada para facilitar la especificación de una Declaración de materiales por software (SBOM).

También se ha desarrollado la mencionada plataforma LFX. El Director de la Fundación Linux, Jim Zemlin, destacó en el encuentro de miembros de la entidad, celebrada el pasado mes de noviembre, la complejidad del ecosistema Linux y open source tal como lo ve la fundación. También subrayó que las brechas en la cadena de suministro de software habían aumentado de manera notable en los últimos años.

Por otro lado, en 2021, el número de encuentros virtuales mantenidos por la fundación ha llegado a los 29.000. Además, se han añadido 24,4 millones de líneas de código cada semana al proyecto y ya hay caso 13.000 repositorios de código, mientras la fundación sigue «procesando acuerdos de licencia de colaborador de decenas de miles en decenas de miles«.

Estos son los motivos que han llevado a la Fundación Linux a crear un paquete de herramientas que se encargue de la gestión de estas complejidades: la plataforma LFX. Incluye un panel que da acceso a analíticas sobre el estado y la seguridad del proyecto. Conseguir estas métricas sin elegir herramientas o plataformas concretas para proyectos es complicado, y se hace mediante conectores a cientos de fuentes. LFX no está todavía completa, y algunos de sus componentes están en fase de prueba, pero ya está disponible, y está diseñada para ser extensible. Su lanzamiento completo está previsto para el primer trimestre de 2022.

Las herramientas de seguridad de LFX incluyen análisis de estadística basado en diversas herramientas. En noviembre se presentó el escaneado de secretos incluidos por error en el código, y una búsqueda de lenguaje ofensivo, así como de lenguaje insensible, para poder bloquearlo a discreción. Em ambos casos, las herramientas son de BluBracket. Entre los secretos que escanea la herramienta no solo hay credenciales de acceso, sino también información personal que puede identificarse. Además, la herramienta también comprueba las configuraciones de Git en busca de fallos.

La plataforma, a la que se puede acceder desde esta web, cuenta también con un Centro de control de proyecto que automatiza la administración de proyectos. Lo hace con la provisión de infraestructura cloud, la gestión de miembros, la estructura legal, los acuerdos de licencia de colaborador, las listas de correo o el comité de miembros.

Además, cuenta con una herramienta con la que las organizaciones pueden controlar la actividad y el estado de los proyectos en los que se trabaja, además de un panel de control individual para los colaboradores. Este no solo incluye las contribuciones de código, sino también la interacción con la comunidad o los eventos en los que está implicada la gente. El panel de control individual se puede conectar con LinkedIn para mostrar las colaboraciones a los contactos.

Para 2022, la Fundación Linus promete «seguir la vuelta a los eventos en persona«, ya que cree que son críticos para impulsar la colaboración, más que los eventos virtuales. Eso no quita para que la fundación espere también mejorar sus eventos virtuales en 2022. No solo por la pandemia, sino para llegar a las regiones en las que no tiene eventos en persona.