Entrevistas
«Vamos a tener que hacer lo mismo con menos horas y personas, porque la escasez de talento ha venido para quedarse»
Tino Fernández
Presidente
Altia
Con la ciberseguridad y la escasez de talento como dos de los principales desafíos a los que enfrentarse, las empresas afrontan la salida de la pandemia mirando por un lado a las nuevas tecnologías y por otro a su transformación digital, acelerados en muchos casos por la situación. De todo ello, y de las tendencias que tienen y los planes que tienen para el futuro, hemos hablado con Tino Fernández, Presidente de Altia.
[MCPRO] Los ciberataques, especialmente el software, no paran de crecer. Y esto hace que la importancia de la ciberseguridad sea vital para las empresas, que se tienen que adaptar para hacer frente a las novedades en ataques y en seguridad prácticamente al vuelo. ¿Qué aspectos de la ciberseguridad cree que van a ser los que tengan más crecimiento en 2022 y los que más ayudarán a las empresas a protegerse?
[Tino Fernández] En materia de ciberseguridad hemos iniciado la apuesta hace relativamente poco: el año pasado, añadimos todo lo que tiene que ver con ciberseguridad a nuestra división de servicios gestionados. Contamos con una línea de trabajo, hay equipos de trabajo y proyectos en marcha. Es decir, estamos ya facturando en este sentido0, pero lo que tenemos a nivel corporativo es una línea de trabajo de crecimiento para el área, con la incorporación de nuevos profesionales. Incluso estamos valorando la adquisición de una empresa, como refuerzo y para contar con una presencia todavía más fuerte.
En Madrid y en Galicia tenemos ya proyectos, y la idea que tenemos es crecer dentro de este mismo año. ¿Por qué? Porque las empresas de todo tipo y tamaño tienen necesidades en cuanto a ciberseguridad, en todos los ámbitos. Las tienen desde las grandes corporaciones y entidades financieras hasta las compañías más pequeñas. Les preocupa. Todos los días vemos en medios que hay empresas pequeñas que sufren robo de datos, y suplantación de identidades con robos de dinero por parte de cuentas que se hacen pasar por proveedores.
Creo que la ciberseguridad es una de las grandes tendencias y oportunidades de negocio, no solo para 2022, sino también para el futuro. Al final, cuanto más conectado está todo, pues más agujeros se abren dentro de las organizaciones y más posibilidades hay de que haya problemas en ese sentido. En cuanto a presencia, nuestra oferta en ciberseguridad está presente sobre todo en España y Portugal, donde estamos incidiendo. En otros países en los que tenemos presencia no tenemos toda nuestra oferta desplegada.
[MCPRO] Las autoridades de distintos países se preocupan cada vez más por los límites del uso de la Inteligencia Artificial y van tomando medidas hacia su regulación en ciertos entornos ¿Cómo afectarán al uso de la Inteligencia Artificial estas medidas, referidas a límites para su uso enfocadas a un comportamiento más ético, y a su implantación en las empresas?
[Tino Fernández] Estoy de acuerdo en que tiene que haber medidas en este sentido. Uno de los desafíos para los próximos años es la fijación de límites éticos a lo que se puede hacer y a lo que no con la Inteligencia Artificial y, en general, con la tecnología. De no hacerlo, podemos incluso acabar controlados y perder parte de nuestra condición humana. Creo que en los próximos años vamos a ver cantidad de proyectos relacionados con la Inteligencia Artificial de ámbito privado como publico, en sectores como sanidad, justicia o educación. Pero efectivamente hacen falta medidas, por lo que hay una oportunidad para el derecho, y también para todas las disciplinas humanísticas en relación con el mundo digital, en los próximos años.
Creo que las leyes y las normas van generalmente por detrás de los acontecimientos, como sucede en casi cualquier aspecto de la vida. Las leyes no suelen ser rápidas, porque requieren consensos e instrucciones, y dar muchas vueltas para analizar las cosas desde distintos puntos de vista. Mientras tanto, la tecnología va a toda velocidad. No se exactamente cómo se va a acabar plasmando todo, pero estoy totalmente de acuerdo en que es absolutamente necesario trabajar en ese sentido.
Creo que sí se está haciendo, y que España intenta liderar ese debate y esa reflexión dentro del ámbito europeo. Es algo absolutamente fundamental, porque de no hacerse podemos acabar en manos de malas personas y de gente que pretende abusar de todo lo que tecnológicamente se puede hacer, que es mucho, a costa de hacernos perder libertades y derechos como seres humanos. Todo tiene que ir subordinado a que lo primero son las personas.
Hace poco, en una charla que di en un Máster de Derecho Digital en la Facultad de Derecho de la Universidad de la Coruña, ya hablé sobre esto: todo lo relacionado con el derecho digital va a tener mucho recorrido, debido a esto, en los próximos años. Es una grandísima oportunidad para la gente que se está graduando en derecho porque hay muchísimo en lo que trabajar.
[MCPRO] ¿En qué puede ayudar la automatización de procesos a las empresas más allá de la reducción de costes?
[Tino Fernández] Aparte de en reducción de costes, a lo que contribuyen en gran medida, puede ayudar en la aplicación del talento a tareas de mayor valor añadido. La robotización, como fue en su momento la automatización de las nóminas a principios de los 90 o los procesos de facturación, permite aplicar el talento y la inteligencia de las personas que tienes en tus equipos a otro tipo de tareas. También permite evitar errores y poder realizar tareas con más rapidez.
[MCPRO] Uno de los principales desafíos de las empresas de cara, no solo este año, sino a los siguientes, es la búsqueda de talento y su retención. Cada vez cuesta más cubrir los puestos de trabajo, sobre todo los que están relacionados con tecnología más avanzada. ¿Entonces, qué medidas pueden tomar las empresas para conseguir cubrir sus puestos con el personal que necesitan? ¿Y hasta qué punto pueden ayudarles, en algunos casos, las plataformas Low-Code y No-Code?
[Tino Fernández] En mi opinión, el problema ya es anterior a la pandemia, cuando ya había más demanda de profesionales que oferta. Dentro de esa oferta creo que hay que hacer una reflexión sobre las propias titulaciones. Ahí empieza todo.
Otro aspecto reside en que no somos capaces de atraer talento femenino hacia la tecnología cuando están estudiando. Las chicas que eligen la rama de ciencias optan más hacia estudios de tipo biosanitario que hacia los relacionados con las ingenierías y la tecnología. ¿Por qué digo todo esto? Porque que haya pocas mujeres en el sector tecnológico contribuye también a esta escasez de talento. A partir de ahi ya vienen otros problemas. Entre ellos, la aceleración de la digitalización, que hace que cada vez haya más demanda de talento tecnológico.
Después de todo este escenario, aparece la pandemia, que cambia el marco de juego, y pasamos a lo que podemos denominar «distrito único». Es decir: puedes contratar personal de cualquier parte, pero a su vez también otras empresas pueden contratar talento en España. Como consecuencia, al final, por la teoría de los vasos comunicantes, las condiciones laborales distorsionan unos mercados o unas partes del mercado frente a otras. La pandemia tiene un segundo efecto: acelera proyectos de digitalización.
A la escasez de talento y los problemas para atraerlo también contribuye, en el caso de Europa, que todos los fondos europeos para la recuperación vienen vinculados en una gran parte a proyectos de digitalización. Esto también ayuda a calentar la demanda de personal en la región, con lo cual ya tienes la tormenta perfecta para las empresas en cuanto a contratación de personal experto en tecnología.
¿Qué pueden hacer las empresas al respecto? Pues es una pregunta que nos hacemos con frecuencia. La situación ha cambiado mucho. Históricamente, la preocupación número uno de una empresa como la nuestra era encontrar clientes. Es decir, vender. Pero esto ha cambiado. Todo lo relacionado con las personas tiene ahora un peso mucho mayor. Antes no había ningún problema para captar personal. Ni mayores problemas que cuidar que la gente tuviese su carrera profesional, que las cotizaciones fuesen las correctas, las nóminas llegasen a tiempo, etc. Esto ya hoy se da por hecho. Ahora la mayor preocupación está en saber cómo enganchar a la gente, cómo hacerse atractivo y cómo conseguir que la gente se quede.
Las empresas tienen que ver cómo gestionar la ilusión que hay por los profesionales en el proyecto. Porque la gente ya no se centra solo en la carrera profesional que lleva y sigue dentro de la empresa, sino también en los proyectos que están y en lo que están haciendo. Hay empresas que creen que no son lo bastante atractivas y hacen muchas cosas en relación a las personas, cambiando cómo las acogen y cómo las acompañan en su carrera. Pero a pesar de esto hay muchísima rotación, y los profesionales cambian de trabajo con mucha mayor frecuencia que antes. Es necesario comprender por qué lo hacen y plantearse qué hacer. Aunque a veces llegas a la conclusión de que lo único que puedes hacer es capear el temporal: mantener los equipos, intentar seguir creciendo y tener buena gente.
También es necesario saber gestionar las expectativas de la gente, porque no siempre van a poder estar en los proyectos más punteros y destacados. O no buscar solo profesionales que sean, digamos, los número uno en un solo campo o área, porque en un equipo es necesario contar con diversos perfiles capaces de abordar diferentes tareas para las que se necesitan conocimientos distintos, y de trabajar en equipo para complementarse.
No creo que la situación se pueda solucionar a corto plazo, porque hay también que tener en cuenta que el talento no se puede formar de la noche a la mañana. ¿Qué podemos hacer? Pues mejorar las propuestas que hacemos, hacer muchas cosas como servicio e intentar salir de la vinculación de proyectos con personas, es decir, industrializarlos y plantearlos de otra manera en el mercado.
En cuanto a las arquitecturas de alta productividad, todo lo que tenga que ver con la reducción de código, vemos que son una de nuestras áreas más importantes. Crecen mucho, con muy buenos márgenes y, sobre todo, desde el punto de vista del cliente, permiten un «time to market» muy bueno, pues estas soluciones reducen muchísimo los tiempos para desarrollar proyectos. Tenemos una apuesta muy clara en este caso. Porque vamos a tener que hacer lo mismo con menos horas y con menos personas, porque la escasez de talento ha venido para quedarse. En los próximos años yo diría que va a aumentar más la demanda de talento tecnológico que la oferta. El problema no se va a solucionar. Yo creo que va a empeorar.
[MCPRO] ¿Qué tendencias tecnológicas serán las más destacadas para las empresas para este año 2022 y para los futuros?
[Tino Fernández] De dos de ellas ya hemos hablado: la ciberseguridad y el Low-Code, que para nosotros son áreas estratégicas. También van a tener mucha importancia la analítica de datos y la de procesos, así como la Inteligencia Artificial. Unido, claro está, a todo lo que las empresas vienen arrastrando, pues muchos de los proyectos también reportan ingresos recurrentes que vienen de otros años y de sistemas que estás evolucionando y manteniendo. Pero las grandes apuestas van por ahí.
En cuanto a nosotros, una tendencia con la que funcionamos muy bien y que tiene que ver con nuestra área de servicios gestionados, es el cloud. Tanto nuestros data centers como el cloud público y todo lo que gestionamos en ambos a distintos clientes. En todo esto es donde vemos que están los grandes proyectos y en lo que estamos trabajando para 2022 y los años venideros.
[MCPRO] ¿Qué planes tiene Altia para este año y los venideros, en relación con estas tendencias?
[Tino Fernández] Sobre todo crecer en estas áreas que he mencionado. En cuanto a mercados, mejorar y avanzar en los que estamos. Hay que tener en cuenta que en principio la pandemia tampoco facilita mucho moverse a nuevos mercados, es decir, a países en los que no estás. Estratégicamente, tenemos un plan en cada uno de los países en los que tenemos presencia directa, porque nosotros no hacemos exactamente lo mismo en todos los sitios, y estamos trabajando en crecer en todos y cada uno de ellos.
Así, por ejemplo, en Estados Unidos es un desarrollo off-shore en el que tenemos captación de clientes, engagement con clientes y entrega de proyectos, pero los desarrollos Low-Code, que es lo único que hacemos en este mercado concreto, se hacen desde Europa. En Brasil tenemos presencia directa y estamos muy metidos en Quality Management y Low Code, entre otras cosas. Pero la oferta completa que damos está en España y Portugal.
Dentro de España, seguimos creciendo en Madrid, y el País Vasco. En Cataluña empezamos en 2020, poco antes de la pandemia y estamos contentos, pero crecer en una situación en la que vender lo nuestro, que depende de generar confianza, en formato virtual y sin poder tener contacto presencial por las circunstancias, pues no es fácil. La confianza la tienes o la vas generando, y generarla por Zoom o por Teams, pues no es fácil. Pero en definitiva seguiremos tratando de interpretar qué tecnologías vienen, cuáles vienen para quedarse, y de esas en cuáles hay negocio y podemos asimilar y encajar, por la necesidad de formación y certificaciones que exigen muchas de ellas; e identificar cuáles pueden tener sentido en el trabajo que hacemos para nuestros clientes.
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