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¿Qué monitor he de comprar para teletrabajar?
El teletrabajo ha llegado para quedarse, ya sea a tiempo parcial o completo, contar con un espacio en casa dedicado exclusivamente al trabajo es ya algo necesario. La sensación de provisionalidad que acompañó a la decisión de muchas empresas de adoptar el teletrabajo en el inicio de la pandemia prácticamente ha desaparecido. Y aunque muchas empresas han empezado ya a volver a la oficina, no lo van a hacer a tiempo completo. El trabajo híbrido se abre paso en muchas compañías, y ya es algo habitual ver plantillas enteras que trabajan alrededor de la mitad de la semana desde su casa. En este contexto, contar con un monitor para trabajar en casa, al que conectar el portátil para teletrabajar, se están convirtiendo en una necesidad.
Atrás quedaron los meses en los que utilizabas la pantalla del portátil, o te apañabas con un monitor pequeño, o viejo (o las dos cosas). Si vas a teletrabajar al menos durante una parte de tu jornada laboral, comprar un monitor adecuado para teletrabajar no solo hará que trabajes más cómodo.También rendirás más y mejorará tu productividad. Incluso tu salud, ya que si no trabajas con una pantalla adecuada seguro que has notado que tus ojos se cansan más de lo normal e incluso tienes dolores de cabeza o de espalda. Pues puedes decirles adios en muchos casos si te haces con una pantalla adecuada. Pero ¿qué tipo de monitor es el que tienes que comprar para teletrabajar de manera más eficaz?
La importancia de un monitor adecuado
Según un estudio de Forrester para Dell Technologies sobre la relevancia de los monitores en el trabajo híbrido, un monitor es uno de los dispositivos clave a la hora de conseguir que el trabajo híbrido, es decir, el que se desarrolla en parte en una oficina y en parte a distancia, sea eficaz. El estudio apunta que para trabajar desde casa y conseguir más productividad se necesita un monitor grande, e incluso en algunos casos, trabajar con más de un monitor.
Así, el 56% de los profesionales que trabajan en remoto desde casa asegura que su productividad mejora cuando utilizan un monitor de más de 24 pulgadas, o bien un par de monitores. Está claro por tanto que hay una relación notable entre el paquete de equipos y periféricos que un trabajador tiene para desarrollar sus tareas en casa y las capacidades que tiene un trabajador para realizarlas. Tanto, que el 63% de profesionales encuestados para realizar el estudio aseguran que la tecnología, las herramientas y los dispositivos que usan son determinantes para tener una experiencia mejor o peor cuando trabajan.
Cuál comprar para teletrabajar
Como hemos visto, del estudio mencionado se desprende que un monitor pequeño no va a mejorar la experiencia de trabajo. De ahí que el modelo que elijamos sea, en la medida de lo posible, de un tamaño igual o superior a 24 pulgadas. En caso de trabajar en determinados puestos, necesitarás incluso dos. Es muy util si trabajas con datos, en determinados departamentos de desarrollo, en tareas creativas o si necesitas realizar tareas en paralelo. En este caso ten cuidado no solo del tamaño de los monitores, sino también de las dimensiones de la mesa donde vayas a colocarlos, para ver si caben con comodidad.
En cuanto a los monitores curvos, aunque todavía no son muy comunes, son adecuados para trabajar en caso de que tus tareas estén relacionadas con entornos de tipo inmersivo. Como el desarrollo de videojuegos o las tareas de edición relacionadas con cine o vídeo. No obstante, si el monitor que escojas tiene un formato ultrapanorámico también pueden resultarte cómodos, ya que con ellos se consigue acercar las esquinas entre sí, además de generar una sensación envolvente.
También tienes que tener en cuenta que el monitor que adquieras tiene que estar dotado de tecnologías para proteger la vista de la luz azul y evitar el parpadeo. Son dos de los principales factores que no solo causan cansancio ocultar o dolor de cabeza. También pueden perjudicar seriamente la vista. Y son de los factores más relevantes a la hora de escoger monitor para trabajar.
La luz azul es la iluminación que se emite en la zona baja del espectro que resulta visible, con una longitud de onda de alrededor de 380 nanómetros. Por si solo, el ojo humano no puede filtrar esta longitud de onda, lo que hace que esta luz azul se cuele directamente hasta el punto en el que están sus células receptoras de luz.
Esto lo evitan en gran medida los monitores dotados de tecnologías de reducción de luz azul. Estas suelen contar con un modo o un sistema que cambia la temperatura que tiene el color de la luz por una que es más cálida, lo que logra acabar con la mayor parte de la luz azul. En otros casos, además, integran un componente hardware que elimina la mayoría de las frecuencias de la luz azul, sin afectar a la calidad que tiene el colorido que aparece en pantalla. Además, si es necesario hacer algún cambio en la disposición y apariencia del color, los monitores cuentan con varios modos predefinidos.
En cuanto al parpadeo de la imagen, más típico en los monitores de menor calidad o en los más antiguos, se debe generalmente a su tasa de refresco, que se mide en Herzios e indica el número de veces que es capaz de refrescarse una imagen por cada segundo. El estándar está fijado en 60 Hz, pero muchos monitores ya cuentan con una tasa de refresco mayor. Y cuanto mayor sea esta, mayor fluidez ofrecerá la imagen de la pantalla.
Eso sí, para teletrabajar, a no ser que te dediques a una profesión relacionada con el diseño, con los videojuegos o con el diseño gráfico o la multimedia, bastará con que te hagas con un monitor cuya tasa de refresco esté comprendida entre los 60 y los 75 Hz. En el caso de dedicarte a la multimedia o los videojuegos necesitas un monitor con una tasa de refresco mayor, de 100 o 120 Hz. De esta manera conseguirás que la imagen que aparezca en la pantalla parezca moverse de manera mucho más fluida y natural.
Menos parpadeo, y por tanto, menos «saltos». Eso sí, para mejorar la calidad de la imagen, tienes que tener un ordenador con una GPU de cierto nivel. Así también la imagen ganará en fluidez y estabilidad. En caso de que no trabajes con multimedia o juegos, no es necesario que la tarjeta gráfica de tu equipo sea tan potente. Suele ser suficiente con la integrada en la placa que llevan de serie la mayoría de portátiles pensados para trabajar.
Estas son las características básicas que debes tener en cuenta a la hora de comprar un monitor para teletrabajar, con el que conseguir mayor comodidad para tus tareas diarias. Pero también las características que necesitas para visualizar la pantalla con más amplitud y comodidad. Y por supuesto, sin que tu vista y tu espalda se resientan. Con un monitor adecuado, por tanto, mejorarás tu nivel de trabajo y participación en los encuentros y sesiones con tus compañeros, pero también tu salud. Si quieres saber más, ¡no te pierdas nuestra guía exclusiva!
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