Tesla confía en Panasonic para sus baterías de nueva generación

Las baterías son uno de los componentes más importantes dentro de los coches eléctricos, una realidad de la que Tesla es plenamente consciente. De estas depende no solo la autonomía del coche, sino también aspectos tan relevantes como su vida útil y su fiabilidad. Utilizar baterías de baja calidad puede derivar en problemas graves, como una degradación temprana y rápida, y también en fallos que afecten al correcto funcionamiento del vehículo y que pueden dejarlo inutilizado.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta que las baterías de los coches eléctricos son uno de los componentes más caros, así que, al final, estos tienen un impacto enorme sobre numerosos aspectos del vehículo. Con todo esto en mente, no es extraño que Tesla haya tenido sumo cuidado a la hora de elegir a su proveedor de baterías para sus coches eléctricos.

Panasonic ha confirmado que se ocupará de sacar adelante la producción en masa de las baterías de nueva generación, basadas en ion de litio, que utilizará Tesla en sus coches eléctricos, y que dicha etapa de producción dará comienzo a finales de marzo de 2024 en las fábricas que la compañía tiene asentadas en Japón.

Se espera que estas nuevas baterías mejoren aspectos clave para cualquier coche eléctrico, incluyendo la autonomía máxima del vehículo, y también el coste, aunque hasta que no tengamos cifras concretas, y oficiales, no podemos precisar nada más. Por otro lado, Panasonic también ha aprovechado para confirmar que está trabajando para expandir su línea de producción en la ciudad de Wakayama, aunque no ha dicho cuánto dinero piensa invertir ni cómo podría afectar esa ampliación a su capacidad productiva. Con todo, según estimaciones de Nikkei, la inversión podría ascender a un total de 692 millones de dólares.

Las baterías se mantendrán, durante años, como una de las grandes cuentas pendientes dentro del sector del coche eléctrico, y en sentido amplio. No hablo sin motivo, los que tengáis un coche eléctrico, o hayáis podido probarlo durante un tiempo, ya sabréis por qué digo esto. La degradación de la capacidad de carga de las baterías, unida a los tiempos de espera entre carga y carga, los costes y la autonomía máxima siguen siendo todavía aspectos muy mejorables que hacen que este tipo de vehículos estén muy por detrás de los clásicos coches basados en motores de combustión.