ARM despedirá al 15% de su plantilla tras fracasar su venta a Nvidia

Tan solo unas semanas después de confirmarse el fracaso de su venta a Nvidia, ARM ha anunciado despidos, que pueden llegar a afectar al 15% de su plantilla. El fabricante de chips británico, que en la actualidad cuenta con más de 6.500 empleados, ha anunciado que va a prescindir de alrededor de un millar de sus trabajadores.

Según The Guardian, desde la compañía han declarado que «tal como sucede con todas las empresas, ARM está revisando continuamente su plan de negocio para asegurar que la empresa tiene el equilibrio adecuado entre oportunidades y disciplina de costes. Por desgracia, este proceso incluye la propuesta de despidos en la plantilla global de ARM«.

El CEO de ARM, Rene Haas, ha enviado, tal como señala The Register, un mensaje de correo electrónico a la plantilla de la compañía, en el que reconoce que «para seguir siendo competitivos, necesitamos eliminar la duplicación de puestos ahora que somos una ARM, detener el trabajo que no es ya crítico para nuestro éxito futuro, y pensar en cómo sacamos adelante el trabajo«. Haas solo lleva un mes al frente de ARM, y ya le toca anunciar despidos, un trago nada agradable.

Además, Haas ha señalado que ARM necesita «ser más disciplinada en cuanto a costes y en dónde invierte«. Y es consciente, en lo que se refiere a los despidos y a la revisión de gastos, de que «aunque es lo mejor para el futuro de ARM, no va a ser fácil«. Eso sí, la compañía tendrá que tener cuidado con qué puestos elimina. Si lo hace con plantilla implicada en diseño o desarrollo de producto, el paso puede no resultar bien recibido por los accionistas, dado que el atractivo de la compañía para los inversores está en su experiencia en temas técnicos. Por eso, es probable que la mayoría de los despidos se darán en puestos no relacionados directamente con las actividades principales de la compañía.

La fallida operación de venta, que habría sido la mayor hasta la fecha del sector de los semiconductores y habría implicado el pago de 40.000 millones de dólares por la británica, se vino abajo después de que las autoridades reguladoras encargadas de vigilar la competencia y el monopolio en diversos países y regiones del mundo expresasen su duda acerca de si Nvidia iba a seguir respetando el modelo de ARM de licenciar sus diseños para que otros fabricantes de hardware pudiesen diseñar sus procesadores utilizando como base los de ARM. A estas dudas se unieron las protestas de varios fabricantes de hardware, nada contentos con que Nvidia se quedase con la empresa, sobre todo por el motivo mencionado.

A pesar de haberse roto el acuerdo de compra, Nvidia ha manifestado que seguirá siendo un partner muy cercano a ARM, porque la compañía tiene una importancia estratégica en el sector de los chips a nivel mundial.