La cantidad pagada por ataques de ransomware baja un 44%

El panorama de los ciberataques relacionados con los ciberataques a empresas terminó 2021 con ciertos signos de mejora. Al menos, en lo que se refiere a las cantidades pagadas por las empresas a los atacantes tras sufrir un ataque de ransomware. Así, según VentureBeat, tras el ascenso que vimos en el tercer trimestre de 2021, en el que la media de pagos fue más elevada de lo habitual, en los tres últimos meses del año, los pagos realizados por estos ataques rondaron de media los 167.000 dólares, una cantidad que es un 44,3% inferior a la del tercer trimestre.

En general, además, se pagan también menos rescates por estos ataques que los que se piden. En cuanto a la reducción en costes y gravedad, algo también notado entre octubre y diciembre, se puede deber a que las entidades aseguradoras requirieron copias de seguridad más sólidas para que el seguro cubriese a las empresas que lo contratan, lo que ayuda a ampliar la tendencia cad vez más acusada hacia enfoques más sofisticados en las empresas a la hora de mitigar los riesgos asociados al ransomware.

En cuanto a las preocupaciones y perspectivas específicas de las pymes, hay indicios de que estas están todavía desarrollando sus inversiones en ciberseguridad. Las empresas pequeñas y medianas están sobre todo preocupadas por las amenazas externas, y sobre todo por los vectores de ataque, entre los que están tanto el phishing como el ransomware. Pero solo un 8% de las empresas más pequeñas, que son las que tienen menos de 50 trabajadores, tienen un presupuesto de ciberseguridad dedicado a la protección frente a ataques y vulnerabilidades.

Mientras tanto, en las empresas de más de 250 empleados, un 18% cuenta con un presupuesto específico para la seguridad online. Eso sí, también se observa que el gasto en ciberseguridad, en general, está subiendo. Un 60% de empresas esperan que su inversión suba, lo que apoyan tanto sus CEOs como sus directivos de alto nivel.

En general, las empresas se quejan de falta de recursos. También lo hacen de la complejidad general de la seguridad. Estos son los principales factores que evitan que sus defensas en temas de seguridad online puedan mejorar. Las empresas pequeñas están más preocupadas con estar al día de las nuevas amenazas. En cuanto a las que son más grandes, tienen más preocupaciones por las brechas de seguridad de los proveedores, lo que pone de manifiesto el hecho de que muchas empresas pueden fallar a la hora de dar importancia y actuar para conseguir una cultura de seguridad interna.