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El Mayflower autónomo llega, por fin, a las costas de Canadá
Mucho no, muchísimo ha cambiado el mundo desde aquel indómito día de 1602 cuando, procedente de Plymouth en Reino Unido, el icónico barco Mayflower llegaba a la costa este de EEUU y Canadá con un centenar de peregrinos dispuestos a asentar una nueva civilización al otro lado del Atlántico y, con ello, plantar la semilla que, en gran parte, dio poco a poco paso a la actual América del Norte que conocemos.
Más de cuatro siglos después, la tecnología domina el mundo, de eso no hay duda. Y ese viaje realizado en condiciones peligrosas y primitivas ahora se lleva a cabo en vuelos cómodos y seguros de unas cuantas horas o en barcos dónde no falta ningún lujo de detalles… aunque sí falta una figura hasta ahora crucial para este tipo de trayectos: la persona encargada de dominar el timón y que el viaje se realice en tiempo y forma sin sobresaltos.
La robótica ha dado un paso más en el que ya es todo un logro en la conducción autónoma. Un barco sin conductor ha realizado el mismo viaje que realizó en su día el Mayflower, desde Inglaterra hasta, en esta ocasión, Halifax, en la región canadiense de Nueva Escocia y en apenas cinco semanas.
Construido por la compañía puntera en tecnología IBM, este barco autónomo ha podido realizar un viaje sin conductor, siendo pilotado únicamente gracias a inteligencia artificial. Se trata de un barco de alrededor de 15 metros de eslora, sin personas a bordo, y que ha podido realizar el mismo viaje que hicieron los primeros colonos marcando un antes y un después para futuros proyectos de conducción sin personal a cargo.
Construido en fibra de carbono y aluminio, y con un peso de cinco toneladas, es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 37,04 km por hora. Para ello, ha usado, un sistema de propulsión que combina la energía eólica con la solar y también un generador diésel que solo se utiliza en caso de ser necesario.
“La tecnología que conforma el sistema autónomo funcionó perfectamente, sin fallos”, ha declarado Rob High, ejecutivo de computación de IBM y uno de los principales valedores del proyecto. Esta vez sí, la prueba ha sido superada con éxito. No ocurrió lo mismo hace un año: su primer intento de cruzar el océano Atlántico en junio de 2021 tuvo que hacer frente a problemas técnicos, y el renovado Mayflower tuvo que regresar a Inglaterra.
Ya en abril de este año, se volvió a intentar la gesta pero un problema con el generador lo desvió a las islas Azores en Portugal, donde un miembro del equipo tuvo que trasladarse allí para realizar algunas reparaciones de emergencia. También en mayo, en pleno mar abierto, surgió un problema con el circuito de carga de las baterías de arranque del generador.
Sin embargo, esta vez, el barco autónomo de IBM ya ha podido cumplir su travesía y sentar las bases para “colonizar” el sector de los vehículos autónomos sin conductor. Una opción en la que se encuentran trabajando diferentes empresas, sobre todo del sector automovilístico.
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