Meta y Qualcomm cierran un acuerdo para desarrollar chips personalizados para realidad virtual

Dos gigantes tecnológicos, Qualcomm y Meta, han llegado a un importante acuerdo que tiene como objetivo la fabricación de chips personalizados para realidad virtual. Como habréis podido imaginar, la primera será la que se ocupará del desarrollo y el diseño de esos chips, y la segunda será la que los comprará para utilizarlos en sus kits de realidad virtual. Este movimiento ha sido anunciado aprovechando el marco de la IFA 2022, uno de los eventos más importantes del año.

Aunque Qualcomm será la encargada del proceso de I+D, está confirmado que habrá ingenieros de ambas compañías trabajando en el desarrollo de dichos chips, y sabemos que al final la base de estos será la plataforma Snapdragon, presente en multitud de smartphones tanto de gama media como de gama alta. No está claro todavía hasta qué punto serán capaces ambas compañías de especializar dicha plataforma, ni las mejoras específicas que introducirán para optimizarla de cara a su introducción en plataformas de realidad virtual, así que no nos queda otra que esperar.

Tyler Yee, portavoz de Meta, ha confirmado que los chips estarán específicamente optimizados para integrarse en los sistemas de realidad virtual Quest de Meta. El modelo más avanzado que comercializa actualmente la compañía es el Quest 2, que está equipado con un chip Qualcomm Snapdragon XR2 y que está configurado con una CPU de 8 núcleos Kryo 585 y una GPU Adreno 650.

Mark Zuckerberg, CEO de Meta, ha comentado sobre esta cuestión que:

«A diferencia de los teléfonos móviles, la construcción de sistemas de realidad virtual trae nuevos desafíos multidimensionales en computación espacial, coste y factor de forma. Todavía estamos en las primeras etapas del metaverso y este tipo de integración técnica profunda ayudará a que la realidad virtual se convierta en una plataforma informática multifuncional«.

Queda claro que este acuerdo no ha sido casualidad. Zuckerberg quiere impulsar el metaverso, y para conseguirlo es consciente de que necesita contar con una plataforma de hardware que no solo sea capaz de ofrecer la potencia necesaria para ejecutar esa «realidad alternativa», sino que además debe poder hacerlo de una manera asequible, y es que no tendría sentido limitar la disponibilidad del metaverso a kits de realidad virtual extremadamente caros. Su adopción acabaría siendo muy lenta, y esto podría acabar derivando en un rotundo fracaso. Obvia decir que las consecuencias que todo esto podría tener para Meta serían terribles.

No obstante, Meta ha confirmado que seguirá desarrollando sus propios chips, y que este acuerdo solo cubre los dispositivos de realidad virtual.