La escasez de semiconductores mejora, pero la situación aún no se ha normalizado

Es un hecho, la escasez de semiconductores ha experimentado una mejora considerable que, de hecho, ya lleva un tiempo dejándose notar en el sector tecnológico. Sin embargo, esto no quiere decir que la situación se haya normalizado por completo y que los tiempos de espera se hayan recuperado. Al final, es un mercado tan complejo que incluso existen algunos niveles que todavía están teniendo problemas con la capacidad productiva, como vimos en su momento cuando hablamos de la escasez de chips económicos.

Bloomberg ha compartido una nueva e interesante información donde confirman que los tiempos de envío de semiconductores siguen por encima de lo normal, lo que significa que las esperas para conseguir pedidos son más altas de lo habitual. Obviamente esto tiene una consecuencia importante, y es que los clientes sufren retrasos que acaban afectando a la fabricación de sus productos, con todo lo que ello acaba suponiendo para el canal.

Echando un vistazo a los tiempos de espera en el sector de los semiconductores durante los últimos cinco años vemos que en 2018 eran de 14 semanas, en 2020 bajaron a 12,7 semanas y en 2021 subieron a 15 semanas. A partir de dicha fecha la subida fue meteórica, tanto que en 2022 alcanzó las 25,7 semanas de espera, y en agosto de este año se registraron tiempos de envío de 26,8 semanas. Las cifras hablan por sí mismas.

Con todo, los valores de agosto representan una leve mejora frente a las 27,1 semanas que se registraron en mayo de este año. No es una gran diferencia, pero la evolución desde dicho mes presenta una clara tendencia a la baja, y eso al final es lo importante, que parece que nos encontramos en un momento que podría marcar el principio de esa ansiada normalización en el mundo de los semiconductores.

Esa normalización ya es una realidad en algunos mercados, pero todavía no podemos hablar de normalización total. Por ejemplo, en el mercado de consumo general sí que nos encontramos con una recuperación casi plena, tanto que algunos componentes se están abaratando para responder a la mayor disponibilidad y a la caída de la demanda. Sin embargo, en el sector profesional la situación es distinta, y como ya hemos dicho en el sector de chips de bajo coste los problemas muy claros, hay escasez y esto no solo hace que aumenten los retrasos en el envío de pedidos, también acaba incrementando el precio de estos.