El sector de la ciberseguridad en la UE en entredicho en un último informe de la Comisión Europea y el BEI

La ciberseguridad en la Unión Europea se enfrenta a dos desafíos de primer orden: por un lado, la falta de inversores comprometidos con el sector -lo que empuja a las empresas del conglomerado europeo a buscar financiación fuera del continente-. Y la necesidad de disponer y contratar trabajadores verdaderamente cualificados en seguridad online.

Esto es lo que destaca el informe Plataforma Europea de Inversión en Ciberseguridad, elaborado por la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), y que ha contado con el apoyo del European Investment Advisory Hub. Ambos desafíos, asegura dicho informe, son imprescindibles ya no solo por la seguridad de las empresas en sí, sino para ayudarlas a crecer de manera sostenible.

Las propuestas del informe

Este escrito propone una serie de recomendaciones a través de mecanismos financieros adicionales. Así como la necesidad de diseñar una plataforma de inversión que ayude al sector de la ciberseguridad con la finalidad de terminar con esos problemas financieros. Y que, además, ayude con ello a un mayor desarrollo económico en la Unión Europea.

El informe Plataforma Europea de Inversión en Ciberseguridad muestra una realidad cuánto menos llamativa. Muchas pequeñas empresas de la UE son adquiridas por empresas de fuera de la UE, con lo que ello implica a nivel de retención de talento e innovación en la propia Unión. También el desorbitado gasto público que no se ve reflejado en materia de ciberseguridad europea.

La falta de estrategias, acciones y programas por parte de los gobiernos es un tema preocupante. Lejos de cómo actúan otros países como EEUU preocupados muchos más por la ciberseguridad que los países del viejo continente. Por lo que contar con un apoyo constante para el crecimiento del mercado europeo de ciberseguridad se vuelve imprescindible para impulsar aún más el crecimiento anual constante de la UE.

El informe destaca cómo el impacto de los recientes acontecimientos geopolíticos en todo el mundo y en particular en Europa, ha aumentado la importancia de proteger tanto los activos físicos como los virtuales. En este contexto, el mundo virtual se ha convertido una fuente creciente de delincuencia sofisticada. Por lo que existe una necesidad cada vez mayor de proteger a los ciudadanos, las empresas, las organizaciones y sociedad.

El sector de la ciberseguridad ha sido reconocido como estratégicamente importante para la UE y se caracteriza por un fuerte crecimiento, pero aún es muy joven en cuanto a su madurez.

Las empresas de ciberseguridad de la UE se enfrentan a múltiples desafíos cuando intentan crecer, ampliar y expandir sus negocios. Tienden a tener un desempeño inferior al de otras empresas internacionales en varios frentes: son menos en número, generalmente recaudan menos fondos, sus capacidades de desarrollo de productos son menos maduros y su capacidad para acceder los mercados no están bien establecidos.