“Nos gusta resolver retos complejos”

Que el low-code es algo más que una tendencia, lo constatamos en que cada vez son más las empresas que apuestan por estas tecnologías para acelerar el desarrollo de aplicaciones, sino porque también las administraciones públicas han descubierto en plataformas como las de Appian, un aliado imprescindible para agilizar todo tipo de procesos burocráticos como puede ser la gestión de prestaciones, atención al ciudadano, desarrollo de procesos internos, etc.

Precisamente, de cómo las entidades públicas están consiguiendo hacer más con menos y sobre todo, en un tiempo récord, hemos tenido la oportunidad de charlar con Joaquín Ferrer, Industry Leader, EMEA Public Sector Appian Iberia. Nuestro encuentro se ha producido en el marco del Appian Europe 2022, en el que la compañía mostró al mundo su nuevas capacidades Data Fabric. Esto es lo que nos ha contado.

[MCPRO] ¿En qué momento crees que se encuentra el low-code en las administraciones públicas?

[Joaquín Ferrer] Creo que estamos en un momento emergente, pero creo que se está alcanzando un ritmo de crecimiento interesante. Ya el año pasado, a raíz del COVID, algunas administraciones comenzaron a pensar cómo podían agilizar procesos, desarrollar aplicaciones que permitiesen atender a los ciudadanos de una forma más rápida.

Este año hemos visto que ha habido un gran crecimiento, con muchas oportunidades, muchos pliegos públicos en los que se requería utilizar este tipo de plataformas… y creo que estamos en una tendencia que va a seguir creciendo, con un 2023 que se presenta aún más interesante.

[MCPRO] De hecho vosotros ya tenéis casos de éxito relacionados con el uso del low-code en la Administración.

[Joaquín Ferrer] Sí, de hecho nosotros tenemos un caso con la Seguridad Social que inició con el desarrollo del Ingreso Mínimo Vital. Desde que se produce el anuncio hasta que es necesario ponerlo en marcha, debían transcurrir un máximo de tres semanas.

Si este proceso hubiesen tenido que hacerlo con sus sistemas tradicionales, modificando lo que ya tenían, en realidad hubiesen necesitando un mínimo de seis meses. Cuando comenzamos a hablar con ellos, tomamos en un primer lugar una decisión más táctica, ya que hay muchas cosas que se pueden hacen con automatización y low-code…por lo que optamos por lo que nos permitía ser más ágiles desde el principio y que nos permitía cumplir con ese plazo.

Una vez que lo pusimos en marcha, vimos que cumplíamos en tiempos y que se podían tramitar para los ciudadanos este tipo de ayudas, tomamos la decisión de estudiar el cómo extenderlo a otros ámbitos. Hay muchas otras prestaciones que se pueden gestionar de esta forma y ya no de una forma táctica, sino en un sistema que sea sostenible y que se mantenga en el tiempo.

Ahí comenzamos a utilizar low-code y toda nuestra suite de automatización, para crear una nueva prestación que sirviera de modelo al resto de las más de 200 que tiene la Seguridad Social. Es el paso en el que nos encontramos en estos momentos, y ya estamos trabajando con algunas como maternidad, en otras que suelen ser las que cambian con más frecuencia…o en las que se llega a un público mayor.

[MCPRO] ¿Qué tipo de proyectos son los que más demandan este tipo de instituciones?

[Joaquín Ferrer] Hay tres áreas principales en las que se está trabajando. La primera es cómo lograr que los ciudadanos puedan actuar de una forma más ágil con la Administración: es decir, todo lo que tiene que ver el contacto con el ciudadano, el registro, la interacción… Al final las oficinas se utilizan menos y los ciudadanos queremos trabajar un poco como estamos acostumbrados a hacerlo en el sector privado, no ya solo on-line, sino también que sea cómodo con el móvil, con la tablet, etc. conseguir que cualquier trámite se pueda iniciar sin ningún papel.

El segundo punto es que los empleados públicos tengan las mejores herramientas. Herramientas que les permitan ser más ágiles y les faciliten el poder optimizar su tiempo. Sobre todo porque en países como España los empleados públicos tienen una edad mayor y se están jubilando…y es un problema. El conocimiento hoy reside en ellos, tienen un grado de especialización y conocimiento de los procedimientos muy alto. Que sea posible trasladarlo a los sistemas y que a las nuevas generaciones esto les permita ganar en agilidad y poder destinar tiempo a tareas de más valor añadido es clave.

Y el tercer punto es igualmente vital. El comenzar a modernizar los sistemas actuales. Son sistemas que tienen muchísimos años, algunos construidos sobre tecnologías de programación como COBOL o AS400. Encontrar profesionales técnicos capaces de trabajar con esos lenguajes, es bastante complicado. Y que son sistemas antiguos. El INSS tiene un importante sistema legacy que da soporte a 27.000 usuarios y a todos los ciudadanos. Gestiona diariamente casi 10 millones de euros … y aún así funciona con estos sistemas heredados. Pero claro si tengo que hacer un cambio porque entra en vigor una nueva normativa europea por ejemplo, no es viable el tener que esperar seis u ocho meses para poder implementarlo.

Entonces nosotros vemos que la oportunidad está ahí. Y lo estamos viendo en pliegos en los que lo que se requiere son tecnologías permitan que las aplicaciones se puedan desarrollar en semanas, o en pocos meses.

[MCPRO] Esa permeabilidad que en el sector privado se da entre IT y negocio, no sé si se está dando en el sector público, donde tal vez la regulación es mayor y no sé hasta qué punto la tecnología sale del departamento tecnológico.

[Joaquín Ferrer] Creo que funciona más o menos igual. Es verdad que no hablamos de negocio como lo haríamos en el sector privado, pero hay un conocimiento funcional. Al final el low-code lo que permite es programar de una forma visual, por lo que no creo que haya una resistencia como tal en la Administración en ese sentido.

Lógicamente es una nueva forma de trabajar y requiere que se explique, que todo el mundo entienda el cómo va ser este proceso. Por otro lado desde el punto de vista del usuario final, ni siquiera se requiere una formación específica. Va a ser el usuario de un sistema más. En cuanto a las personas técnicas de las administraciones, el estar formado o certificado en una plataforma como Appian supone a lo mejor un mes y medio. Son plataformas y lenguajes sencillos de utilizar. La transición hacia estas nuevas plataformas es muy rápida. Así que en general, los usuarios lo están recibiendo bien y les gusta.

[MCPRO] Otro de los temas que pueden preocupar a los administradores de sistemas cuando se habla de low-code es como se establece un marco de gobernanza para el dato entre los distintos departamentos, usuarios…

[Joaquín Ferrer] Normalmente lo interesante es que todo eso se orqueste a través de centros de excelencia, o de centros de gobierno que se ocupan, en primer lugar, de definir cuáles van a ser las mejores prácticas; pero también cómo va a ser la arquitectura o cómo se van a implementar las distintas iniciativas para que se coordinen de una forma adecuada.

Para que también esas iniciativas de de desarrollo, ya sean internas, externas, o desde otros ámbitos de la Administración, suponga que todos trabajen de la misma forma, de modo que todo esto pueda tener un seguimiento y comprobar que lo que se planteaba desde el principio funciona.

Estos centros son muy útiles porque ayudan a orquestar todos los proyectos que va a haber dentro de la organización y que las distintas iniciativas siguen siendo sostenibles a lo largo del tiempo, independientemente de que cambien los pliegos o las personas que forman parte de la organización.

[MCPRO] Lo que nos lleva a hablar también de compliance, de cómo migramos el código en caso de que sea necesario y de estándares…

[Joaquín Ferrer] Pero en realidad es algo que pasa con cualquier gran plataforma del mercado, sea un SaaS como un ERP o cualquier otra cosa… migrar el código en una plataforma propietaria nunca en sencillo. Y es verdad que existen tecnologías que permiten migrar, pero en realidad se exige también una refactorización de las arquitecturas, por lo que no es tan sencillo.

¿Qué hacemos nosotros? Lo primero, trabajamos con un modelo de estándares abiertos. El low-code es programar de forma visual y se programa diseñando en modelos BPM que es estándar. Por lo tanto toda la definición de tus procesos va a estar perfectamente documentada y no solo en papel, sino en forma digital. Y después aunque nosotros tenemos un lenguaje propio de programación, en realidad está fuertemente basado en Java, lo que facilita en una gran medida cualquier migración a otro entorno.

También porque lo que ofrecemos es una arquitectura abierta, por lo que todo el código es propiedad del cliente. Esto es algo clave para cualquier organización.

[MCPRO] No le suele gustar mucho a Appian el hablar de No-Code. Y es un movimiento que va a más, aunque tal vez no sea el más apropiado para todos los escenarios.

[Joaquín Ferrer] No es que no nos guste. Pero la realidad es que nosotros estamos enfocados en resolver retos complejos. Nos gusta desarrollar aplicaciones complejas y dar respuesta a problemas de negocio complejos. Y este tipo de problemas no se pueden resolver con soluciones No-Code como en algunas ocasiones nos hemos acostumbrado.

Pero incluso así, cabe preguntarse cuánto de programación hay en proyectos que en realidad son muy complejos. Nosotros hemos tenido clientes que han podido desarrollar aplicaciones de misión crítica utilizando tan solo quince líneas de código. En un sistema tan complejo no vas a poder resolver muchas problemáticas con cero líneas, pero desde luego que con low-code te ahorras semanas de trabajo.

En el entorno en el que nosotros nos movemos, que son aplicaciones de misión crítica para cargas de trabajo, especialmente en el sector público, nos encontramos que las herramientas de No-Code no están en este espectro, sino en escenarios mucho más sencillos.