Portátiles Dynabook, seguridad y resistencia para el trabajo híbrido

La popularización del trabajo híbrido ha hecho proliferar los ordenadores portátiles en las empresas. Con ellos, sus empleados pueden llevar con facilidad su herramienta de trabajo encima cuando van a trabajar a casa o a la oficina. Pero estos traslados continuos hacen que el ordenador pueda sufrir más golpes y problemas de todo tipo, lo que se evita con equipos que se hayan diseñado pensando en su fiabilidad, resistencia y seguridad. Dynabook, como buena heredera de Toshiba, lo ha tenido en cuenta, y además de diseñar sus portátiles para una mayor fiabilidad, ha desarrollado pruebas y servicios para asegurar que los portátiles que vende son seguros y resistentes.

Gracias a esto, este fabricante japonés, con décadas de experiencia acumuladas en la fabricación de portátiles, ha conseguido fabricar unos equipos con una tasa de fallo de hardware prácticamente inexistente. En efecto, según los productos de la compañía que están en garantía en Europa, Oriente Medio y África, en 2021 esta tasa se quedó en solo el 0,17%.

Pruebas de resistencia para portátiles Dynabook Portégé y Tecra

Entre las pruebas que los portátiles de Dynabook tienen que pasar para garantizar un nivel elevado de resistencia y durabilidad que permita a la compañía conseguir equipos con un nivel de fallos hardware tan bajo como hemos visto, hay varias de tipo militar. En concreto, las familias de portátiles Portégé y Tecra tienen que superar pruebas de grado militar establecidas como tales por el Ejército de Estados Unidos.

Estas pruebas se llevan a cabo siguiendo la metodología MIL-STD 810, que se centra en establecer si un ordenador tiene un funcionamiento adecuado y una resistencia aceptable, o por el contrario no es apta para su comercialización porque no cumple con los niveles de resistencia requeridos. Para ello, esta metodología propone para los ordenadores varias pruebas ambientales. Cada una de estas pruebas está ligada a una fuente de estrés para la pieza en relación al ambiente en el que se encuentra.

Son cuatro: vibración, caída, resistencia a arena y polvo, y resistencia a temperaturas extremas. La primera de estas pruebas, la de vibración, se lleva cabo haciendo vibrar el equipo con una vibración de tres ejes durante un periodo de tiempo superior a una hora. En las pruebas de caída, los portátiles se dejan caer 26 veces por cada una de sus caras, borde y esquinas.

La prueba de resistencia a arena y polvo se lleva a cabo exponiendo el equipo a ráfagas de ambos elementos durante seis horas. Por último, la prueba de resistencia a temperatura se realiza dejándolos a temperaturas que van desde 20 grados bajo cero a sesenta grados centígrados. Para ello se somete a los equipos a tres ciclos de pruebas durante dos horas cada vez.

Estas pruebas pueden parecer suficientes para probar la resistencia de los portátiles de Dynabook. Pero a la compañía japonesa no le parecen bastantes. Además de estas pruebas también les hace pasar por una prueba HALT. Es decir, les somete a una prueba en la que examina su vida útil altamente acelerada (HALT). Está desarrollada internamente por Dynabook, y la pasan todos los modelos de la compañía.

Durante la misma se simulan tres años de uso del portátil y solo se ponen a la venta los modelos y equipos que superan la prueba. Pero además, esta prueba sirve a la compañía para comprobar si un modelo en concreto tiene uno o varios puntos en los que fallan al cabo de un tiempo. De esta manera, los diseñadores de Dynabook pueden mejorar el diseño de ese elemento o zona y evitar su desgaste acelerado en el futuro.

Diseño y materiales para incrementar su resistencia

Además de probar la resistencia de sus equipos portátiles Portégé y Tecra, Dynabook también los diseña y fabrica de entrada para que sean más resistentes y sólidos. Por ejemplo, en algunos modelos ha optado por una aleación de magnesio para su chasis. Con ella, los portátiles no solo cuentan con una mayor protección exterior debido a la resistencia de dicho componente, sino que sus elementos internos también están más protegidos.

Esta es solo una de las ventajas de utilizar esta aleación para el chasis de los ordenadores. La segunda es que gracias a sus características, los equipos con aleación de magnesio en su chasis son muy ligeros. Tanto, que su peso es un 40% inferior al de los portátiles fabricados con plástico o aluminio.

Además, el magnesio aporta facilidades a la hora de la reparación de estos equipos, puesto que se suelda fácilmente. También posee una gran capacidad para amortiguar los golpes. Esto hace que el equipo tenga una mayor resistencia a caídas y abolladuras. Pero también a la corrosión que provoca la acción de ciertos elementos y el paso del tiempo.

Por si esto no fuera poco, el magnesio disipa mejor el calor, lo que redunda en una mayor protección de los componentes internos del equipo. Al contar con un chasis que elimina el calor mejor, no se calentarán tanto como en otros portátiles, y por tanto sufrirán menos. El chasis también se calentará menos al trabajar con el ordenador, elevando el nivel de confort de su usuario.

Asimismo, varios modelos de Dynabook cuenta con un teclado fabricado para que no le afecten las salpicaduras. Ni al teclado ni tampoco a los componentes que hay debajo, que en otros modelos pueden sufrir daños cuando hay un derrame de un líquido por accidente. Estos teclados incorporan para ello el sistema Spill-resistant Keyboard, caracterizado por la combinación de diversos mecanismos que protegen el equipo.

Entre ellos, un sistema aislante con doble cara, y un diseño que hace que la superficie del teclado tenga una extensión mayor que la que ocupa el circuito principal del teclado. Aparte de estas medidas, estos teclados también ofrecen una capa curvada de aislante situada bajo el soporte del teclado. Su función es tapar diversas zonas del equipo que quedarían expuestas si el diseño del teclado fuese completamente plano. Y para complementar todas estas protecciones y aumentar la resistencia frente a los derrames, entre las capas del aislamiento está el aislante de doble cara que mencionamos.

En definitiva, los portátiles Dynabook de las gamas Portégé y Tecra están pensados no solo para que llevar el ordenador de casa a la oficina o a una reunión no resulte pesado. También para que sean cómodos, y resistan el paso del tiempo, los golpes y los derrames accidentales de líquidos sobre el teclado. Perfectos para profesionales ajetreados y en constante movimiento.