Intel retrasa el inicio de la construcción de su fábrica en Alemania

Intel ha decidido retrasar el inicio de las obras de su fábrica en Alemania. La compañía ha abandonado su objetivo de empezar con la construcción de su planta en la ciudad de Magdeburgo, situada en el este de Alemania. En un principio iba a empezarlas a lo largo de la primera mitad del próximo año 2023, pero ahora parece que lo ha retrasado y las comenzará más adelante, según Reuters.

El motivo de este retraso, parece ser, es que en Intel quieren conseguir más subvenciones públicas de las autoridades alemanas y europeas, además de los 6.800 millones que ya tiene prometidos. Así lo ha manifestado un periódico alemán, que señala también que esta planta es crucial para los planes de las autoridades alemanas, y también para las de la Unión Europea. Su construcción forma parte de los planes del continente para conseguir más resiliencia en cuanto a semiconductores fabricando más cantidad a nivel local para depender menos de Asia para conseguirlos.

La Unión Europea decidió hace unos meses apostar por fabricar más chips en su territorio, después de los problemas de suministro que ha experimentado tanto por los problemas ocasionados por la pandemia del COVID-19 como por la invasión de Ucrania por parte de Rusia. De esta manera, la UE quiere evitar más problemas de suministro de chips en el futuro para sus empresas, que han sufrido esta escasez de chips de manera bastante notable.

Cuando Intel decidió construir su fábrica en Magdeburgo, estuvo de acuerdo con las cantidades que le iba a facilitar el gobierno alemán en subvenciones. Pero desde entonces, los precios de la energía y de las materias primas que necesitarán para levantar la planta y ponerla en funcionamiento han subido de manera notable. Por eso, la cantidad presupuestada inicialmente para invertir en la fábrica por Intel, 17 millones de dólares, se ha quedado ya corta. Ahora los costes que tendrá que afrontar se acercan más a los 20 millones de dólares.

En el diario alemán se cita a un portavoz de Intel, Benjamin Barteder, asegurando que «los problemas geopolíticos han crecido y la demanda de semiconductores ha bajado. Esto quiere decir que no podemos dar todavía una fecha definitiva para el inicio de la construcción«.

La compañía ha añadido a esto que está negociando con el gobierno sobre cómo se puede cubrir un huevo en la financiación. «La diferencia ha aparecido en esta situación actual. Estamos trabajando con partners en el gobierno para impulsar el proyecto y hacer que avance«.