Verizon, el último eslabón del 3G en EEUU se desconecta de la primitiva red

El final del 3G ha llegado a Estados Unidos. La última compañía que protegía a los usuarios de esta tecnología, Verizon, clausuró sus servicios el pasado 31 de diciembre de 2022. Durante meses ha estado mandando advertencias a sus clientes y enviándoles nuevos teléfonos con capacidad LTE, pero les ha mantenido el 3G hasta final de año.

En febrero fue AT&T quien suprimió este servicio y en marzo hizo lo propio T-Mobile, por lo que Verizon era la única compañía que permitía aún el uso de datos, llamadas y emisión de mensajes de texto mediante la tecnología 3G en EEUU.

Pero Verizon ha querido ser más flexible y permitir a sus usuarios poder llamar al 911 y al servicio de atención al cliente hasta el día anterior a su ciclo de facturación de febrero.

La desconexión del 3G es una ayuda de los principales operadores para avanzar hacia el progreso, como la tecnología 5G de T-Mobile, que utiliza el espectro que en su momento formó parte de la red 3G.

El apagón total del 3G en EEUU ha derivado en terribles efectos como que automóviles y camiones, o parquímetros y Kindles antiguos, se viesen desconectados, generando el caos en ciertos sectores al ver como sus dispositivos se ven afectados y sufriendo daños irreparables.

3G, una tecnología revolucionaria

Los primeros teléfonos 3G surgieron a comienzos de la década del 2000, aunque si bien es cierto que esta red cobró peso en EEUU a partir de la aparición de los teléfonos inteligentes. Gracias a ellos se podía contar con una conexión a Internet rápida y eficiente, al alcance de todas las personas, permitiendo compartir archivos o música de forma simultánea.

Además también cobró una función comercial, pues gracias a los teléfonos 3G se podían promocionar LTE y otras alternativas como WiMAX. Por tanto, es posible asegurar que el 3G ha permitido revolucionar el sector de la telefonía móvil.

La situación del 3G en España

En los últimos treinta años han sido constantes los cambios y progresos experimentados en las redes de telefonía móvil hasta llegar al actual modelo 5G. En España aún se conservan las redes 3G y 4G, pero para las compañías cada vez resulta más costoso y menos rentable mantenerlas.

Además, ese espacio podrá ser utilizado para redes más eficientes siguiendo la estrategia del refarming. Y es que las bandas de 900MHz y 2,1 GHz utilizadas por el 3G aportarán ahora mayor velocidad en el caso de aglomeraciones y de determinados edificios, generando una experiencia más gratificante a los usuarios.

Por todo ello, Vodafone ha anunciado su compromiso a deshacerse definitivamente del 3G en España durante el 2023. El proceso ya se inició en algunas localidades el pasado 7 de noviembre. Ahora el 4G pasará a ser la principal red de datos a las que se podrán conectar los usuarios, pues representa al 98% de la población.

Vodafone mantendrá el 2G para poder hacer llamadas si no se dispone de voLTE, aunque no verán el símbolo ‘H’ de cobertura o ‘3G’ al hablar y navegar. Así pues, viene permitiendo a sus usuarios afectados obtener una nueva SIM de forma gratuita o cambiar de smarphone con una oferta especial.

En el caso de otros operadores, como Movistar, el objetivo es que la red de cobre se sustituya por fibra antes de 2025, fecha fijada para el apagado de la red 3G. Así pues, la operadora dominante en España no acabará con el 3G hasta que no cierre sus centrales ADSL y se popularicen las redes FTTH de fibra óptica.

Con respecto al apagado del 2G aún no se ha marcado una fecha, aunque a raíz del anuncio de la llegada de la red NB-loT se espera que los clientes migren. No obstante, muchas conexiones M2M dependen de ella, siendo Movistar una de las operadoras más potentes en España en este sentido.

Orange cerrará el ciclo en un plazo de cinco años

La operadora francesa ha anunciado que el 3G se apagará en 2025, coincidiendo en fecha con Movistar. También ha asegurado que la fecha de caducidad del 2G se fija para 2030, aunque cada país tendrá un calendario diferente y podrá variar ligeramente en función de las conexiones y de la adaptación.

La tecnología no para de avanzar a pasos agigantados por lo que, ante el espectro de radiofrecuencias limitado, las compañías se ven obligadas a apostar por el 4G y el 5G, suprimiendo las redes más obsoletas.