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Amazon sigue la estela de las grandes tecnológicas y anuncia el despido del 6% de su plantilla mundial
La crisis económica global está afectando a todos los sectores, pero especialmente al tecnológico. Prácticamente cada semana se anuncia una nueva ronda de despidos entre las grandes empresas dominantes, y en esta ocasión la última en hacerlo ha sido Amazon, que desde noviembre ha implantado una política de recortes que parece no tener fin.
El gigante del sector de la distribución ha experimentado una variación en su valorización, pues a fecha de 17 de enero sus acciones en la Bolsa de Nueva York representaban un descenso del 2,1%, o lo que es lo mismo, a 96,05 dólares. La tendencia a la baja que viene acumulando ha empujado a Amazon a anunciar nuevos despidos.
Aunque en un principio se estimaba que sólo afectaría al 1% del personal de bodega y de reparto, finalmente las cifras ascenderán hasta el 6% de la plantilla global, es decir, unos 18.000 trabajadores de los 350.00 que conforman la compañía. Los nuevos despidos son el cómputo global junto a los que ya se efectuaron el pasado mes de noviembre y que afectó especialmente a la rama de dispositivos y libros.
Hay que tener en cuenta que si se suman a todos los trabajadores con los que cuenta Amazon, sumando los de trabajo temporal y por horas, las cifras ascenderían hasta los 1,5 millones de empleados. Esto la convierte en el segundo mayor empleador privado de Estados Unidos, solo por detrás del minorista Walmart.
Este recorte de personal, el mayor de su historia, se produce precisamente en un momento delicado para el sector minorista, el cual se enfrenta a constantes desaceleraciones en el crecimiento de las ventas online, sumado todo ello a la elevada inflación y a la reducción del poder adquisitivo que afecta a clientes de todo el mundo.
Andy Jasy, director ejecutivo de Amazon, se muestra optimista al respecto y asegura que la compañía ha resistido fuertemente a economías inciertas y difíciles en el pasado y que esta vez no será menos. De hecho, ve en esta situación tensa una oportunidad para implantar nuevas estrategias y una estructura de costos más sólida a medio-largo plazo.
No trascendió cómo se repartirían los despidos entre todos los países en los que tiene presencia la empresa, aunque Jassy aseguró que su grado de empatía ante esta compleja situación era máximo: “Somos muy conscientes de que estas eliminaciones son difíciles para las personas y no tomamos estas decisiones a la ligera, ni subestimamos cuánto pueden afectar a la vida de los empleados damnificados”.
De igual modo, Amazon ha querido expresar claramente en un comunicado que no dejará abandonados a sus trabajadores y que les proporcionará una indemnización por despido, beneficios de salud de transición y una nueva ubicación laboral, siempre y cuando fuese posible.
Crónica de una muerte anunciada
Desde Amazon saben que ésta era una situación que se veía venir. Después del aumento experimentado durante la pandemia, en la que el comercio electrónico alcanzó unos records históricos, ahora hay una tendencia a la vuelta al comercio tradicional, algo que obligó a la empresa a paralizar la apertura de nuevos centros logísticos, así como la contratación de más personal de refuerzo para sus plantas.
Los recortes se iniciaron a partir del segundo semestre del año pasado, afectando esencialmente al grupo de dispositivos y servicios de Amazon encabezado por su asistente digital Alexa y la inteligencia artificial parlante Echo. Ahora será el grupo de empleados minoristas y de recursos humanos los que vean rescindido su contrato.
Pero esta situación tensa de desaceleración que experimenta la economía, y que azota con fuerza y virulencia al sector tecnológico, no solo está repercutiendo en Amazon. Empresas de la talla de Cisco Systems, Intel, Meta, Qualcomm y Salesforce han anunciado recortes de plantilla de cara al año en curso.
Los motivos de los despidos
Si los datos de cierre de 2022 eran muy malos para el empleo en el sector tecnológico, los de 2023 no son demasiado halagüeños precisamente. Entre los motivos a los que alude Amazon se encuentran la incertidumbre económica y el elevado número de contrataciones de los últimos años.
Hay que recordar que en el año fiscal 2020, Amazon obtuvo un beneficio neto de más de 21.000 millones de dólares, casi el doble que en 2019 y superado con creces en 2021 cuando alcanzó los 33.000 millones de dólares. El desplome de las acciones de la empresa en la fabricación de vehículos eléctricos Rivian ha derivado en que en los primeros nueve meses de 2022 registrasen unas pérdidas de 3.000 millones de dólares.
También hay que tener en cuenta que desde que Twitter, Meta o Salesforce comenzasen con las oleadas de despidos, éstos han empezado a normalizarse dentro del sector tecnológico, algo que habría también podido impulsar a Amazon a tomar esta medida. De hecho, según apunta la web Layoffs.fyi, el sector tecnológico acumula unas pérdidas de más de 150.000 empleos en 2022.
Amazon ha conseguido superar economías adversas a lo largo de su historia, pero actualmente es complicado dilucidar el futuro que le espera al gigante del comercio minorista con la incertidumbre que azota al mercado, y especialmente, al sector tecnológico.
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