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España contribuirá con 400 millones de euros al fondo europeo de apoyo a start-ups

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El Consejo de Ministros ha anunciado la concesión de 400 millones de euros a un proyecto común europeo que busca apoyar a nuevas empresas de alta tecnología. De este modo, la Unión Europea reforzaría su autonomía estratégica y se conseguiría paliar el déficit de financiación que poseen las empresas emergentes y que, en palabras de la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, tienen el futuro prometedor de Europa en sus manos.

En el fondo común europeo de financiación intervienen el Banco Europeo de Inversiones, Alemania, Francia, Italia, Bélgica y ahora se suma España, consiguiendo el proyecto hasta ahora un global de 3.750 millones de euros. El objetivo del Gobierno es impulsar esa autonomía de la Unión Europea en el ámbito industrial y otros sectores para poder autoabastecerse y afrontar por sus propios medios los retos de la era contemporánea y tecnológica. Y es que el futuro que tienen por delante las nuevas startups tecnológicas, de la mano de Europa, es realmente prometedor.

Las deducciones de la Ley de Startups

Este nuevo pacto viene a reforzar la conocida como Ley de Startups, que entró en vigor el pasado 23 de diciembre y que permite al contribuyente deducirse la mitad de lo invertido en suscripción de acciones o participaciones en las empresas de nueva creación hasta alcanzar una base máxima de 100.000 euros anuales.

La nueva Ley de Fomento del Ecosistema de las Empresas Emergentes, con cuyo nombre quedó registrada en el BOE, va destinada a las empresas con al menos cinco años de antigüedad (siete en el caso de algunos sectores estratégicos), con sede social en España y que cuenten con el ‘sello start-up’ otorgado por Enisa. Asimismo, el reglamento recoge que deberán ser empresas que no hayan facturado más de 10 millones de euros y que desarrollen un proyecto de emprendimiento innovador y de negocio de rango escalable.

Además de la reducción de los trámites burocráticos, las innumerables ventajas fiscales hacen a muchas empresas acogerse a la nueva normativa. Entre las condiciones que fija la nueva Ley se encuentra que las acciones o participaciones se compren en el momento de la constitución de la sociedad o cuando se hubiese efectuado una ampliación de capital, manteniendo dicho patrimonio entre tres y doce años. De igual modo, el contribuyente no podrá poseer más del 40% del capital de la sociedad.

Es cierto que hasta finales de 2022 existían deducciones en inversiones de este tipo, fijada en un 30% de capital hasta alcanzar como tope los 60.000 euros. Pero con la nueva Ley de Startups se establecen incentivos como la rebaja del Impuesto de Sociedades hasta el 15% durante los primeros cuatro años, la eliminación de la obligación de pagos fraccionados o la posibilidad incluso de aplazar las deudas tributarias. Además, se impone una exención fiscal para las opciones de compra de acciones ‘stock options’ de hasta 50.000 euros y se favorece la creación de sandboxes, entre otras medidas. La remuneración será gravada en caso de liquidez y como rentas de trabajo.

La nueva Ley de Startups también recoge una disposición adicional para emprender la creación de la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial, así como para ampliar la modificación de la Ley de Auditoría de Cuentas.

A raíz de la aprobación de la Ley de Startups, la diputada del PSOE, Begoña Nasarre, destacó el buen clima de trabajo que permitió incorporar muchas nuevas enmiendas, mientras que la diputada de Unidas Podemos, Lucía Muñoz, celebró “la participación de la sociedad civil y de los grupos parlamentarios en su desarrollo”. De igual manera, el diputado del Partido Popular, Víctor Píriz, aseguró que esta ley era necesaria para el sector innovador de España y que éste pueda crecer y desplegarse mucho más rápido.

Foro Nacional de Empresas Emergentes

Con la entrada en vigor de la nueva Ley de Startups ahora el Consejo de Ministros deberá trabajar en la aprobación de un real decreto que regule el funcionamiento del Foro Nacional de Empresas Emergentes, el cual se definirá como un órgano interministerial consultivo y de colaboración entre los organismos públicos de investigación, centros tecnológicos, administraciones públicas y universidades.

Con esta nueva asociación se identificarán las buenas prácticas y se debatirán las políticas públicas de impulso al emprendimiento en materia de investigación y desarrollo.

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