Phillips 27E1N560, un aliado para el trabajo en remoto

Las consecuencias de la pandemia mundial que sufrimos en 2019 obligó a empresas y trabajadores a adaptarse para trabajar en un nuevo escenario: su propia casa. A día de hoy, son muchas las empresas que han decidido mantener este modelo y también son cada vez más los que se preocupan por contar con el hardware más adecuado para ser eficientes y trabajar cómodos.

Sin lugar a dudas, un elemento central del puesto de trabajo (sea en la oficina, en casa o híbrido) es el monitor. Aunque el dispositivo principal de muchos profesionales es un equipo portátil, no es la opción más adecuada para trabajar durante horas y la combinación de teclado, ratón y monitor externos es una opción óptima.

A esto, la propuesta de Phillips que protagoniza nuestro análisis suma una webcam integrada en la parte superior y que nos permitirá asistir a videoconferencias de forma cómoda y sencilla.

El Phillips 27E1N560 se presenta como un monitor muy versátil, perfecto para trabajar pero que también funciona bien a la hora de disfrutar de contenido multimedia o jugar con una consola o un PC. Antes de continuar, demos un breve repaso a sus especificaciones técnicas:

• Panel IPS de 27” (2560 x 1440 píxeles)
• Retroiluminación LED blanco
• Brillo 300 cd/m2
• Frecuencia 50/60Hz (nativa 75Hz)
• Densidad píxeles 108,79 ppp
• Tiempo de respuesta 4 ms (gris a gris)
• Contraste 1000:1
• Contraste dinámico Mega Infinity DCR
• 1x Puerto HDMI 1.4, 1x Puerto DisplayPort 1.2, 1x Puerto USB-C 3.2 Gen 1
• Webcam integrada de 5 megapíxeles
• Modo luz azul y Easy Read

Esta propuesta de Phillips combina una diagonal óptima para la mayoría de usuarios con una resolución lo suficientemente alta como para trabajar en escenarios multitarea. Es cierto que no llega a 4K, pero a una distancia normal y para el tipo de usuario al que va orientada la diferencia no es dramática. Además, mover esta resolución requiere mucho menos hardware, algo de lo que no suelen ir sobrados los equipos ofimáticos.

En panel IPS ofrece una calidad de visualización notable, los ángulos amplios que caracterizan a esta tecnología y suficiente fidelidad de color para el usuario medio, incluyendo aquellos interesados en hacer sus pinitos en edición fotográfica o de vídeo gracias al soporte sRGB.

Sin lugar a dudas, un aspecto diferencial de este monitor respecto a competidores es su excelente conectividad. La conexión USB-C es fantástica para eliminar cables de la mesa y llevar vídeo al mismo tiempo que cargamos nuestro portátil. Además, incorpora entradas DisplayPort y HDMI, perfectas para un escenario donde además del portátil principal queremos conectar un segundo equipo o una consola.

Los puertos USB traseros son la mejor opción para conectar el teclado, el ratón o un disco duro externo por ejemplo, que se integrarán con el equipo que tengamos por USB-C actuando el monitor como hub. El resultado es un escritorio más limpio, incluso sin necesidad de usar periféricos inalámbricos.

A nivel de ergonomía, el monitor se puede ajustar en altura, inclinación y puede pivotar 90º (muy apreciado en determinadas profesiones). No rota, pero tampoco nos parece algo fundamental ni es habitual en este rango de precios. Además, si queremos máxima de flexibilidad podemos comprar un brazo extensible e instalarlo gracias al soporte VESA.

Una solución para videoconferencias integrada

La firma holandesa ha integrado una cámara web con sensor de 5 megapíxeles y un micrófono con cancelación de ruido en la parte superior del monitor. Cuenta con certificación Windows Hello y se integra a la perfección con el sistema operativo, incluyendo la verificación de identidad sin teclear contraseñas.

Además, el monitor incluye dos pequeños altavoces de 5 vatios que proporcionan una calidad correcta para este tipo de uso, si bien necesitaremos invertir en hardware adicional o usar unos cascos si necesitamos cierta calidad (música, películas o videojuegos, por ejemplo).

Entre otros detalles, nos ha gustado la solución de gestión de cableado de la parte posterior, el sistema de control (ya clásico de la casa) Easy Select para cambiar de un modo a otro de forma muy intuitiva y sin tener que navegar mucho entre menús y el modo LowBlue, que junto a la tecnología sin parpadeo lo hace agradable de utilizar durante horas mientras revisamos documentos de texto, tablas de hojas de cálculo y similares.

Conclusiones

La serie 5000 de Phillips está compuesta por nueve monitores similares en características y que van variando el precio así que merece la pena echar un vistazo a su web. El modelo probado supone el tope de gama en resolución QHD e incluye ventajas importantes para determinados perfiles de usuario como la entrada DisplayPort o la conectividad USB-C. Cuesta unos 360 euros.

A la hora de evaluar, conviene tener en cuenta la webcam integrada, que comprada por separado puede rondar los 70-100 euros y que supone más hardware y más cables. En cualquier caso, dentro la misma serie existen monitores como el 5300 que rondan los 300 euros y mantienen todo lo demás.

En definitiva, una opción interesante para el profesional que trabaja en casa y busca un monitor de calidad, con soporte nativo para videoconferencias y que además le sirva para disfrutar con calidad de una película o un videojuego. Por dimensiones cabe en cualquier escritorio y ofrece ese punto dulce entre diagonal, resolución y densidad de punto por pulgada.