OPPO cierra su división de procesadores Zeku

La situación que atraviesa el mercado de los semiconductores no es positiva, y es que no está pasando por buenos momentos avivados por la situación de la economía mundial. La incertidumbre que atraviesa el sector es tal, que el conocido fabricante de productos electrónicos, entre los que destaca principalmente los teléfonos móviles, OPPO, ha hecho saber que cierra su división de diseño de chips Zeku.

La empresa de origen chino, creó la división de procesadores Zeku en el año 2019 y con ellos ha servido a diferentes dispositivos de alta gama de la firma. El cierre de esta división afecta igualmente a uno de los chips más recientes de la compañía, el MariSilicon X, con el que la firma potenciaba sus teléfonos mediante Inteligencia Artificial (IA) y ayudaba en el procesamiento de imágenes.

OPPO, como también hizo Xiaomi, tuvo claro desde siempre que quería adentrarse en el campo del diseño de microprocesadores para móviles. Tal es así que en el año 2021, la empresa presentó el que sería su primer co-procesador de diseño propio, el mencionado MariSilicon X, que sería fabricado por TSMC y que se encuentran en dispositivos como el OPPO Find X5 Pro o los de la serie Reno 8.

Zeku se despide

Lo cierto es que aún no se conocen cuales son las cifras exactas de los trabajadores con los que contaba la división y que ahora se encuentran sin trabajo, pero diversas noticias confirman que la empresa estaba en búsqueda activa de nuevo personal experto.

Sin embargo, hasta hace poco la compañía ofertaba puestos de trabajo, buscando por entonces más de 100 perfiles de ingeniería de arquitectura, verificación de chips y de desarrollo de software en ubicaciones como Shanghái, Pekín, Chengdu y Xian. Consecuencia de esto, se conoce que la organización  habría contratado sobre 3.000 trabajadores, que ahora parecen tener un futuro incierto.

Las razones para tal decisión, comunicado de un día para otro a sus empleados, han sido las incertidumbres en la economía mundial en general y la industria de los teléfonos inteligentes en particular, como así ha hecho saber. La inversión económica tan importante que necesita para no depender de terceros, parece no salirle rentable. La compañía además alega este cierre a la necesidad de “hacer ajustes para el desarrollo a largo plazo”.

La compañía ha explicado de esta manera su cierre: “Debido a las incertidumbres en la economía mundial y la industria de teléfonos inteligentes, tenemos que hacer ajustes para el desarrollo a largo plazo. Por lo tanto, la compañía ha decidido cesar la operación de ZEKU. La empresa gestionará de manera adecuada los asuntos relacionados y continuará ofreciendo excelentes productos y servicios a los usuarios de todo el mundo”.

Por otro lado, las ventas de OPPO han podido ser otra de las razones para tomar esta drástica decisión, y es que la empresa habría experimentado una caída de hasta un 22% durante el último año en sus ventas. Además el cierre de Zeku ha podido deberse a la dificultad para adquirir chips con tecnología avanzada en China para empresas como la propia Zeku, que aunque diseñan sus chips tienen que encargar su fabricación a terceros.

En este sentido, la adquisición de chips se ha visto fuertemente obstaculizada por las restricciones continuas de exportación de Estados Unidos dirigidas expresamente a semiconductores avanzados. De las 3.243 empresas de chips en China el año pasado, únicamente 566 de ellas tuvieron ventas superiores a 14,4 millones de dólares.

Un cierre sorpresa para sus empleados

Hasta su cierre, la subsidiaria de OPPO contaba con una plantilla con más de 2.000 trabajadores, muchos procedentes de otras compañías del campo del diseño de chips. La empresa hacía grandes ofertas a los profesionales con el fin de atraer todo el talento posible y así arrebatarse a sus máximos competidores.

La noticia ha caído como una sorpresa no solo en el mercado tecnológico sino también entre los propios empleados de la firma, quienes aseguran que no han sido avisados con el suficiente tiempo de antelación. La empresa china habría informado a sus trabajadores el fin de la actividad apenas un día antes, con el único mensaje de que no asistieran a sus puesto de trabajo en las oficinas a partir del día siguiente.