Opinión
Responsabilidad, lo que requiere la IA para no ser una moda tecnológica más
La inteligencia artificial (IA) tiene el poder de transformar nuestra forma de vivir y trabajar y de resolver nuevos y complejos retos. Sus avances rápidos suponen efectos positivos para nuestro día a día encaminados a curar determinadas enfermedades, proporcionarnos una mayor calidad de vida y proteger los recursos naturales. Pero estos mismos avances también pueden acarrear riesgos e, incluso, efectos adversos.
En Intel, reconocemos la importancia de actuar de manera responsable en el desarrollo y despliegue de la IA, sin comprometer la innovación. Nos enorgullece ser reconocidos como una de las empresas más éticas del mundo y hemos implementado estrategias y procesos para garantizar la responsabilidad en el uso de la IA.
Por ello, hemos establecido cinco pilares fundamentales para una IA responsable:
- Proceso de revisión: El Consejo Asesor Multidisciplinario sobre IA Responsable de Intel revisa todo el ciclo de vida de un proyecto de IA y realiza una evaluación de impacto ético en base a seis áreas clave: derechos humanos; supervisión humana; explainability, que significa comprender las decisiones de una inteligencia artificial explicable; seguridad, protección y fiabilidad; privacidad personal; y equidad.
- Diversidad e inclusión: Intel garantiza que los profesionales de la IA y sus respectivas tecnologías sean equitativos e inclusivos. También reconocemos la necesidad de incluir la ética como parte fundamental de cualquier programa de educación en IA, razón por la cual invertimos en planes de preparación digital como el AI for Future WorkforceProgram.
- Privacidad y seguridad: Asegurar la IA y mantener la integridad, privacidad y precisión de los datos es el núcleo de los esfuerzos de investigación y desarrollo de Intel en materia de seguridad y de manera holística, con innovaciones a través de hardware y software para permitir que el ecosistema construya una IA confiable.
- Colaboración: Los avances en este campo en rápida evolución afectan a nuestro ecosistema de socios, a la industria en su conjunto y al mundo. Por eso seguimos invirtiendo en investigación crítica y trabajando con socios académicos en áreas como la privacidad, la seguridad, la colaboración entre humanos e IA y la sostenibilidad.
- Mirando al futuro: La IA ha recorrido un largo camino, pero aún queda mucho por descubrir. Seguimos buscando formas de utilizar esta tecnología para impulsar cambios positivos y mitigar mejor los riesgos.
De una IA teórica a una IA responsable
Y en esa previsión de futuro, debemos ser conscientes de que hemos traspasado los límites entre la imaginación y la realidad en lo que respecta a la IA. Todos hemos sido testigos del boom de aplicaciones de IA generativa que han inundado nuestra vida cotidiana en los últimos tiempos. De hecho, estas aplicaciones han demostrado ser tan convincentes que incluso han logrado confundirnos, haciendo difícil distinguir entre lo generado por IA y lo real.
Asimismo, un tema que ha generado mucha atención es el de los deepfakes, una técnica de inteligencia artificial que permite la creación de vídeos falsos que parecen absolutamente reales. Aunque esta tecnología puede resultar útil para proteger la identidad de las personas, también representa una amenaza y un medio de falsificación.
Por esta razón, Intel Labs ha llevado a cabo el proyecto FakeCatcher, una tecnología que puede detectar vídeos falsos con una tasa de precisión del 96%. Se trata del primer detector de deepfakes en tiempo real del mundo que devuelve resultados en milisegundos.
También, para dar respuesta a la necesidad de confianza, seguridad y protección de datos que requieren los entornos de computación híbrida, Intel ha desarrollado bajo la base de la IA el Proyecto Amber, que proporciona a las organizaciones empresariales verificación remota de la fiabilidad en entornos de nube, edge y locales.
El fin último de estos dos proyectos nos demuestra que la IA es una tecnología increíblemente poderosa y su potencial es incalculable, pero que aún está relativamente inmadura. Por eso, la industria, el mundo académico y los fabricantes debemos trabajar juntos para dar forma a un futuro tecnológico en el que la responsabilidad y la innovación vayan de la mano.
Porque si la innovación es el progreso tecnológico que tiene como objetivo amplificar el bienestar, la responsabilidad asegura que este progreso se extienda a todas las personas del mundo sin dejar a nadie atrás.
Firmado: Norberto Mateos, EMEA Partner Sales Director & Spain Country Manager.
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