Contenedores, orquestadores y la mejor infraestructura para la empresa

Los contenedores han revolucionado la forma en que se desarrollan, implementan y administran aplicaciones de todo tipo. Su impacto ha sido tan significativo que ha transformado por completo el panorama tecnológico. Un símil interesante pasar por imaginar que construir una aplicación es como armar un rompecabezas. Antes, cada pieza del rompecabezas era una parte separada de la aplicación y se debía ensamblar cuidadosamente. Pero con los contenedores, se ha simplificado este proceso.

En lugar de trabajar con piezas individuales, los contenedores permiten aislar procesos completos. Cada contenedor es como una caja independiente que contiene todos los componentes necesarios para que una aplicación funcione correctamente, de modo que “cada pieza del rompecabezas” se colocara en su propio compartimento. Esta forma de desarrollar tiene múltiples ventajas. En primer lugar, facilita que las empresas puedan adoptar enfoques híbridos, lo que significa que pueden utilizar diferentes tecnologías y plataformas en un entorno unificado, ya que los contenedores brindan la flexibilidad necesaria para implementar aplicaciones en diversos entornos sin problemas.

Además, los contenedores facilitan el desarrollo ágil. Esto significa que los profesionales pueden trabajar de manera más eficiente, implementando características y funcionalidades más rápidamente. Los contenedores simplifican la construcción y entrega de aplicaciones, lo que acelera los procesos de desarrollo y puesta en marcha. Otra ventaja es que los contenedores permiten una gestión más sencilla de las aplicaciones, ya que se pueden mover fácilmente entre diferentes entornos y sistemas, lo que facilita su administración y escalabilidad. Además, el aislamiento de procesos en contenedores garantiza que las aplicaciones sean más estables y seguras.

De la ejecución de aplicaciones a la gestión y orquestación de contenedores

Además de comprender cómo los contenedores han cambiado radicalmente la forma en que se desarrollan y administran las aplicaciones, es importante mencionar algunas de las herramientas y plataformas que facilitan su gestión y que desempeñan un papel clave en su adopción y facilitan su implementación a gran escala.

Una de las herramientas más reconocidas es Docker, que se ha convertido en un estándar de facto en este terreno, simplificando la creación, distribución y ejecución de aplicaciones en contenedores al proporcionar una plataforma intuitiva y fácil de usar. Su popularidad se debe a su enfoque basado en imágenes, que permite empaquetar todas las dependencias de una aplicación en un contenedor autónomo. Y aunque Docker es probablemente la herramienta más popular en su categoría, no es ni mucho menos la única. Podman (centrada en la simplicidad y la seguridad), rkt (enfocada en la modularidad), LXC (popular en la implementación de entornos Linux), cri-o (centrada en proporcionar un tiempo de ejecución de contenedores optimizado) o Singularity (compatible con clústeres de computación de alto rendimiento) son otras opciones que cuentan con un amplio reconocimiento en la industria.

A medida que la adopción de contenedores ha aumentado, se ha vuelto crucial contar con una herramienta que facilite la administración y coordinación de estos contenedores en un clúster o infraestructura distribuida. Es aquí donde entran en juego lo que se conoce como orquestadores de contenedores, plataformas que cuentan con ventajas como el permitir escalar de manera eficiente las aplicaciones y distribuir la carga de trabajo en múltiples contenedores y nodos, garantizar que las aplicaciones estén siempre en funcionamiento ( si un contenedor falla, el orquestador puede reemplazarlo rápidamente para mantener la disponibilidad del servicio), o el poder definir políticas de programación para determinar dónde se deben ejecutar los contenedores en función de los recursos disponibles y las restricciones existentes.

En términos de orquestación de contenedores, Kubernetes ha ganado un amplio reconocimiento. Desarrollado por Google, Kubernetes proporciona un entorno escalable y flexible para gestionar y coordinar clústeres de contenedores y se ha convertido en un elemento esencial para implementaciones de contenedores a gran escala, permitiendo la gestión eficiente de aplicaciones distribuidas y altamente disponibles. Otras alternativas incluyen Red Hat OpenShift (simplifica aún más la implementación y gestión de aplicaciones en contenedores tanto en la nube como en el CPD local), Amazon Elastic Container Service (ECS) en AWS, Azure Kubernetes Service (AKS) en Microsoft Azure o Google Kubernetes Engine (GKE) en Google Cloud Platform. Todas estas plataformas ofrecen servicios gestionados de contenedores, simplificando aún más la implementación y administración de aplicaciones.

La mejor plataforma para tus contenedores

Aunque en muchos casos las empresas suelen optar por desplegar y orquestar sus contenedores en la cloud pública, hacerlo en en un entorno de cloud privada o incluso en el propio CPD de la empresa, presenta interesantes ventajas.

En primer lugar, brinda un mayor control y seguridad sobre los datos y la infraestructura. Al mantener los contenedores en un entorno privado, las organizaciones tienen la capacidad de implementar políticas de seguridad personalizadas y mantener el cumplimiento normativo. Esto es especialmente importante para aplicaciones con datos sensibles o que requieren un nivel más alto de protección.

Además, ejecutar contenedores en un CPD o cloud privada puede resultar en un mejor rendimiento y menor latencia. Al estar cerca de los usuarios y los recursos, se reduce la distancia y el tiempo necesario para acceder a ellos, lo que se traduce en una mejor capacidad de respuesta de las aplicaciones. Esto es especialmente beneficioso para cargas de trabajo que dependen de tiempos de respuesta rápidos o que requieren un alto rendimiento.

Por último, tener su propio centro de datos o cloud privada ofrece una mayor flexibilidad y personalización. Puede adaptar la infraestructura a sus necesidades específicas, ajustar los recursos según sea necesario y tener un mayor control sobre la configuración de red. Esto permite una mayor adaptabilidad a los requisitos de la aplicación y una mejor capacidad para satisfacer las necesidades cambiantes de su negocio.

En este sentido HPE ha conseguido posicionarse con fuerza en los centros de datos de las empresas con su nueva línea de servidores HPE ProLiant Gen11 con procesadores AMD EPYC. De hecho, son una opción ideal para ejecutar cargas de trabajo basadas en contenedores y aplicaciones en entornos de cloud privada o en el propio CPD de una empresa por varias razones:

• Rendimiento y escalabilidad: Los servidores HPE ProLiant están diseñados para ofrecer un rendimiento excepcional y una escalabilidad eficiente. Están equipados con potentes procesadores AMD EPYC, memoria de alta velocidad y opciones de expansión que permiten manejar cargas de trabajo exigentes y escalables. Esto es especialmente importante para aplicaciones basadas en contenedores que requieren recursos computacionales significativos y la capacidad de escalar horizontalmente para manejar picos de carga.
• Gestión y seguridad: Los servidores HPE ProLiant ofrecen una robusta suite de herramientas de gestión y seguridad que facilitan la administración y el monitoreo de los entornos de contenedores. La plataforma de gestión HPE iLO (Integrated Lights-Out) proporciona una interfaz intuitiva para administrar los servidores, realizar tareas de monitoreo y resolución de problemas, y garantizar la seguridad de los sistemas.
• Confiabilidad y disponibilidad: Los servidores HPE ProLiant son conocidos por su confiabilidad y disponibilidad. Están diseñados con características que garantizan la continuidad del negocio, como componentes redundantes, capacidades de recuperación ante fallos y opciones de clustering. Esto es esencial para cargas de trabajo críticas en contenedores, donde la alta disponibilidad y la recuperación rápida son fundamentales para mantener la continuidad operativa.

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