Google toma una medida un tanto extrema para defenderse de los ciberataques

A Google le preocupa mucho la seguridad, y especialmente el tema de los ciberataques. Los que nos leéis a diario ya estáis al tanto de los problemas que puede llegar a producir un ciberataque grave completado con éxito, y del enorme gasto que estos pueden suponer para las empresas afectadas. Más allá del tema económico está también todo lo relacionado con la imagen y la reputación de la empresa, que también acabarán viéndose afectadas.

No todas las empresas sufren ciberataques con la misma intensidad. La importancia y los recursos de cada empresa son determinantes en este sentido, y es que normalmente aquellas más valiosas suelen ser las que más atraen a los cibercriminales, porque saben que aunque tienen más medios de defensa también disponen de más recursos económicos, y en ataques concretos, como los de ransomware, esto les permitirá solicitar rescates mucho más «suculentos».

Google y sus empleados son, desde hace tiempo, dos de los objetivos más frecuentes de los cibercriminales. El gigante de Mountain View lo sabe, y para luchar contra ellos ha adoptado una nueva medida que resulta un poco extrema y poco sofisticada, pero que al mismo tiempo podría ser muy efectiva. Dicha medida es tan simple como limitar el acceso a Internet a sus trabajadores.

De momento se ha implementado como un programa piloto que afecta a miles de trabajadores. Estos tendrán importantes limitaciones a la hora de utilizar Internet, ya que no podrán acceder a la mayor parte de la red de redes. En líneas generales solo tendrán disponibles páginas internas, los sitios propiedad de Google y sus servicios, como Gmail y Google Drive.

Sabemos que este programa afecta a unos 2.500 empleados ahora mismo, y que es totalmente voluntario. También está confirmado que hay trabajadores de Google que necesitan Internet para hacer su trabajo, y que esta medida los contemplará como una excepción, pero que incluso en estos casos algunos empleados no tendrán privilegios de administrador en sus equipos y no podrán instalar nada ni ejecutar nada que requiera de dichos privilegios sin autorización.

Puede parecer algo bastante radical, pero como medida de protección creo que debería resultar bastante efectiva, ya que al final limitando las vías de entrada se reducen los riesgos, y en este caso la reducción es enorme, porque se cierran dos de las puertas más utilizadas por los cibercriminales, Internet y la instalación de programas y aplicaciones.