El Banco Central Europeo lanza su proyecto de Euro Digital

El Banco Central Europeo continua avanzando en la creación de la versión digital del euro que permitirá a los países de la Comunidad Europea que comparten esta moneda realizar transacciones electrónicas de manera segura, privada, fiable y libre de costes. El pasado miércoles comunicó cuáles serían los primeros pasos a seguir para lograr este objetivo.

Se trata de un proyecto que durará varios años con el que el Banco Central Europeo pretende tomar la iniciativa al resto de los bancos centrales de los países que conforman el G7. La idea es establecer un modelo a seguir para el resto de los miembros de este grupo.

Este plan dará comienzo el próximo 1 de noviembre  con una primera fase de preparación de dos años. Durante ese tiempo se establecerán cuales serán las reglas de uso,  se decidirán cuáles serán los partners privados con los que se podrá usar esta nueva moneda digital y también se realizarán una serie de pruebas para comprobar su funcionamiento.

Tras este periodo el Consejo de Gobierno determinará cuáles serán los siguientes pasos para emitir el euro digital. También tomará decisiones sobre cómo será su implantación en los 20 países que usan esta moneda con la ayuda de sus bancos centrales respectivos. La ideal es ofrecer un método alternativo de pago mediante una versión electrónica disponible en la zona euro.

El euro digital como paso natural de la moneda única

La idea de la creación del euro digital surge como respuesta a la digitalización que está cambiando la sociedad en general. Cada vez se usa menos los pagos en efectivo y por eso se hace necesario la creación de este sistema de pago que complementaría el uso de billetes y monedas. Los pagos electrónicos crecieron en la Unión Europea desde una cantidad de 184,2 trillones de euros en 2017 a 240 trillones de euros en 2021. Este aumento se debió a la situación creada por la pandemia del COVID-19.

Además también es una decisión estratégica ya que se pretende reducir la dependencia de Europa de proveedores de pago ajenos. En la actualidad existe un claro predominio de las compañías de crédito estadounidenses. De esta manera los sistemas de pago europeos serían mucho más competitivos en el sector de las finanzas digitales.

El proceso de diseño de esta moneda digital transcurre en paralelo al proceso legislativo que determinará su regulación. El pasado 23 de junio la Comisión Europea ya presentó una propuesta legislativa con el objetivo de sentar las bases de funcionamiento del euro digital.

Otros países también también han dado pasos en la creación de sus propias monedas digitales. Muchas naciones caribeñas junto con Nigeria ya han lanzado este tipo de medio de pago electrónico. Suecia y China también cuentan con sus propios proyectos pilotos. El Banco de Inglaterra y el Banco de Canadá aún mantienen una posición mas cautelosa con sus respectivos planes.

Según una reciente encuesta realizada por el Banco de Pagos Internacionales, una quinta parte de los bancos centrales que existen en la actualidad están mostrando interés en poseer sus propias monedas digitales. Esta tendencia se inició sobre todo con el anuncio por parte de Meta de la creación de una moneda propia en 2019 pero que luego fue desechado. En la actualidad la compañía aún sigue buscando proyectos para crear su divisa.

Críticas al proyecto del Banco Central Europeo

Algunos sectores tienen sus reservas sobre la creación del euro digital. Varias entidades bancarias y un grupo de legisladores mantienen que pueden quitar depósitos al sector comercial. También han surgido recelos por parte de agrupaciones de consumidores, por académicos y por el mismo órgano de control de la privacidad de la Unión Europea.

Uno de los principales temores es que la existencia de esta moneda digital pueda provocar una huida generalizada de los clientes de los bancos comerciales cuando se produzca una crisis financiera. Para evitar este problema el Banco Central Europeo propone establecer un límite en la cantidad de euros digitales que cada ciudadano puede disponer que se fijaría en 3000€.

A pesar de estas el Banco Central Europeo parece determinado en seguir con el proyecto del euro digital. Los próximos dos años serán decisivos en el desarrollo de este medio de pago electrónico.