Jose Luis Escrivá, al frente del nuevo Ministerio de Transformación Digital

El nuevo gabinete de Pedro Sánchez tiene varias novedades con respecto al anterior. Entre ellas está la salida de Jose Luis Escrivá del Ministerio de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones; donde se ha encargado en la legislatura anterior, entre otros temas, de avanzar en el nuevo modelo de cotización por ingresos reales del colectivo de autónomos en España. A partir de ahora, Escrivá encabezará un nuevo ministerio: el de Transformación Digital.

Es la primera vez que este área, que va a cobrar una importancia especial en esta legislatura que acaba de comenzar, se considera válida para dedicarle un ministerio completo. Hasta ahora estaba integrada en la cartera de Asuntos Económicos, pero la relevancia de las actuaciones y pasos que será necesario acometer en los próximos años relacionados con el mundo de las telecomunicaciones y con los avances en tecnología en todo tipo de sectores ha hecho que Pedro Sánchez se decida a darle más importancia.

Jose Luis Escrivá, el nuevo Ministro de Transformación Digital, nació en 1960, es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense. Tiene estudios de Posgrado en Análisis Económico en la UCM, así como de Econometría en el Banco de España, según Europa Press.

Comenzó su andadura profesional trabajando en el Bando de España. Posteriormente ha ocupado diversos puestos de relevancia dentro del mundo financiero. Así, ha sido el máximo responsable de la División de Política Monetaria del BCE (Banco Central Europeo), además de Director Ejecutivo de Finanzas Públicas del BBVA. Además, en 2014 se convirtió en el primer Presidente de la Airef, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, puesto que abandonó para entrar en el Ejecutivo en 2020.

Los desafíos del Ministerio de Transformación Digital

Aunque a simple vista pueda parecer un espacio tranquilo, el nuevo Ministerio de Transformación Digital tendrá que afrontar no pocos retos en los próximos cuatro años. Entre ellos están la reorganización del sector del sector de las telecomunicaciones.

Además, será la cara visible de todas las iniciativas del Gobierno de España que tengan como objetivo situar a España en un puesto de liderazgo en la regulación de la Inteligencia Artificial en Europa, que si todo sale según las previsiones actuales estará lista dentro de unos meses. Uno de los objetivos del gobierno era que esta nueva regulación se aprobase antes de que finalice la presidencia española de la UE el 31 de diciembre, aunque parece poco probable por ahora que llegue a conseguirse.

En lo que respecta a la Inteligencia Artificial como área de relevancia para el Ministerio de Transformación Digital, el Consejo de Ministros aprobó el 7 de noviembre un real decreto para que las empresas puedan participar en el primer entorno controlado de pruebas dispuesto en Europa por el que será el reglamento de la IA a nivel europeo.

Escrivá será también el encargado de abordar la Agenda Digital España 2026, la estrategia nacional para conseguir el mayor aprovechamiento posible de las nuevas tecnologías, con el objetivo de que estas contribuyan al avance y crecimiento económico de España. Además, tendrá que tener cuidado de que esta transformación llegue a todos los territorios del país, además de cuidar de que aporte beneficios a toda la sociedad, poniendo el foco en las personas y sus necesidades.

En esta agenda hay alrededor de medio centenar de medidas, clarificadas en diversas áreas. Entre ellas las de Economía, Personas e Infraestructura y Tecnología. También se ocupará de los distintos PERTE, es decir, de los proyectos estratégicos de la UE para la recuperación y la transformación económica de España; así como de las Redes territoriales de especialización tecnológica (RETECH).

Otros de sus objetivos son conseguir que la cobertura de la banda ancha fija ultrarrápida, con un mínimo de 100 Mpbs por segurndo de velocidad, llegue al 90% del territorio español. También que la cobertura de la banda ancha fija ultrarrápida rural llegue al 72% de España. Además, se encargará de hacer que las redes 5G tengan cobertura en el 82% de España, con un 50% de cobertura en áreas rurales. El ministerio tendrá también que ocuparse del Plan Nacional de Ciberseguridad, así como del Plan de Digitalización de las Administraciones Públicas y de una iniciativa para convertir a España en un hub audiovisual en Europa.

Además de avances en comunicaciones, el Ministerio tiene otros objetivos más relacionados con el área de economía. Como la inversión de más de 1.300 millones de euros en proyectos de base digital, lo que hará mediante el fondo Next Tech. También tiene como objetivo digitalizar cerca del 70% de las pymes, además de poner en marcha todo tipo de iniciativas de formación para formar a cerca de 850.000 personas en competencias digitales. Se ocupará también de dar impulso a diversos proyectos estratégicos de transformación digital fruto de la colaboración entre empresas privadas e instituciones públicas.

El sector de las telecomunicaciones en España, bastante revuelto

Además de todo esto, el ministerio tendrá que ocuparse de vigilar de cerca varias operaciones relacionadas con el sector de las telecomunicaciones: la futura fusión entre MasMovil y Orange, además de la compra que ha hecho Zegona de la división española de Vodafone. Esta última operación todavía tiene que recibir el visto bueno del gobierno. Por supuesto, también tendrá que vigilar la entrada del grupo saudí STC en el accionariado de Telefónica, después de que a principios de septiembre comprase un 9,9% de sus acciones.

Dado que la operadora tiene vínculos con la defensa nacional, todo el que compre más de un 5% de sus acciones debe solicitar el visto bueno para la operación al gobierno (en el caso de otras empresas estratégicas, este porcentaje sube al 10%). Por ahora se desconoce si el grupo ha enviado una relación de sus planes para la operadora al Ejecutivo.

Tampoco se sabe si, finalmente, si la SEPI, que depende del Ministerio de Hacienda, comprará una participación en Telefónica. Todo un cúmulo de frentes abiertos para el nuevo ministro, que tendrá que ponerse manos a la obra sin perder ni un minuto.